Ronny Larsson es sueco, trabaja como editor en una revista en Estocolmo y, desde el pasado año, se ha convertido en el Geppetto moderno más viral de Instagram. Pero el nórdico no talla figurines parlanchines; más bien, toma prefabricadas Barbies (y Kens, por supuesto), las lookea acorde a la ocasión y les da uso específico: el de recrear los momentos más memorables del año. “Nunca pude jugar con muñecas de niño. Este soy yo, poniéndome al día”, presenta el hacedor de escenas pop en su cuenta bautizada como A Doll World After All. O sea: Un mundo de muñecas, después de todo. En ella, afinando la atención al detalle, reproduce variopintas situaciones que, a su entender, marcaron los pasados 12 meses. Entre ellos, las fotos de Justin Bieber al desnudo en Bora Bora; la -simulada- caída de Amy Schumer, a modo de chascarrillo, frente a los indiferentes Kim Kardashian y Kanye West en la alfombra roja de cierta gala; la curiosa danza del rapero Drake en el clip de su tema “Hotline Bling”; el debut de Rey y BB-8, las nuevas y festejadas incorporaciones de la saga Star Wars; el fiasco Miss Universo, donde el presentador Steve Harvey anunció a la ganadora equivocada (pobre señorita Colombia); entre tantas otras cuestiones. Como ya lo hiciera el pasado diciembre, cuando repasó los eventos “más comentados o de mayor impacto en medios sociales” de 2014, tal es su compromiso con las mini-recreaciones que el hombre de 39 pirulos incluso les cose pequeños conjuntos a las Barbies que compra vía online o en mercados de pulgas. “Completar cada escena me lleva unas cuantas horas”, aclara quien, aunque recicla sus muñecas, ha amasado una colección Mattel considerable. “Sí, tengo demasiadas, y eso vuelve loco a mi novio”, se sincera el hombre que ya suma más de 40 mil seguidores. Todos relativamente articulados, de más está decir.