TODO EL PODER A McSOVIET

Dos noticias para un viaje en el tiempo a la Guerra Fría: por un lado, un grupo de comunistas científicos planea surfear las olas de la posmodernidad con su propio experimento genético. Misión: clonar a Stalin para “traer de regreso los buenos viejos tiempos”. Mientras tanto, en Berlín, los nostálgicos del Muro ponen manos a la obra en un proyecto de parque temático con el objetivo de reproducir la Alemania Oriental comunista. El primer caso, según indicó el Pravda, está a cargo de Alexander Kuvayev, jefe de la Sociedad Comunista de Moscú, y la idea fue anunciada durante una fiesta por el quincuagésimo aniversario de la muerte de José S., donde los camaradas cantaron canciones de lealtad y se deleitaron con grabaciones de viejos discursos del viejo dictador. Encuestas recientes otorgan viabilidad al proyecto ya que, si bien muchos sólo recuerdan su gobierno de tres décadas por los gulags, como un reinado del terror absoluto, casi un tercio de la población rusa opina que fue un gran líder que debería ser recordado “por todo el bien que causó”. El líder del partido comunista, Gennady Zyuganov, arengó a sus seguidores con estas palabras: “Cada uno de nosotros sabe que no hemos cumplido con las directivas de Stalin. No hemos preservado su superpoder. Debemos levantar cabeza. Ganaremos de una u otra manera. Nuestro país no puede vivir sin el socialismo ni sin el poder soviético”. Pero del clon de Stalin, ni una palabra. En lo que respecta al Disneyworld de la Cortina de Hierro, la idea es demostrar que el comunismo también vende entradas: unos doce euros por cabeza para pasarse el día viendo viejos programas y películas, y disfrutar de un almuerzo al viejo estilo de la República Oriental. Los diarios germanos no perdieron oportunidad de burlarse del proyecto, preguntándose sarcásticamente si los almuerzos sufrirán recortes de suministros y si los paseos en automóviles (en los característicos Trabant de entonces) serán asignados por el gobierno tras una espera de algunos años. “Lo que pretendemos hacer –dice una historiadora del arte que forma parte del equipo encargado del parque– es crear un espacio en el que uno pueda disfrutar de la cultura cotidiana de la Alemania comunista.” El parque abrirá en el verano, y promete generar un movimiento de turistas no alineados: los que no van a Eurodisney. Algo así como una vuelta en calesita al ritmo de la Internacional.

NO ACEPTE IMITACIONES

Una compañía alemana acaba de concluir la confección de un traje que le permite a la gente descubrir qué se siente tener más de 70 años de edad. Por un lado, sus pesos adosados a piernas y brazos limitan la capacidad de movimiento, mientras que una almohadilla extra dificulta la simple operación de doblar las rodillas y los codos. Un par de orejeras y unos anteojos, a su vez, reducen las capacidades auditivas y visuales, y un par de guantes simulan la sensación de artritis. El traje ha sido bautizado “Explorador de Edades”, y será presentado en Berlín, en una conferencia acerca de la vida después de los 50. Y aunque ya se ha anticipado bastante acerca de las ventajas que este modelo de vejez virtual puede proveer en el diseño de productos y servicios para los viejos, nada se dijo acerca de un trajecito que se las ingenie para vivir en la Argentina con jubilación mínima, los trámites de la obra social y el pago de una deuda jubilatoria en bonos a cobrar post-mortem.

RIO Y NO DE LA PLATA

¡Paren las rotativas! Nada de lo que dicen las encuestas preelectorales es verdad: según un estudio realizado por la consultora de Graciela Römer, Lula ganaría las presidenciales argentinas si lo dejaran presentarse hoy mismo, y en primera vuelta. Y con un porcentaje del 56 por ciento, contra un máximo del 18 por ciento en el caso de cualquiera de los candidatos argentinos. Charly García estaba equivocado: la alegría sí es sólo brasilera, y todo se está volviendo taaaaaan loco.