Cansado de oír la eterna perorata acerca de la falta de garbo que acarrean los tatuajes, un artista visual decidió tomar cartas en el asunto y creó una serie de imágenes reivindicatorias. Así, con el fin noble de demostrar que ciertos diseños pueden lucir distinguidos, optó por photoshopear a insólitos figurones de la política y el arte, y cargar sus respectivas pieles de rigurosos dibujos. “Tras aprender por mi cuenta a retocar fotos, comencé a desarrollar una pequeña obsesión por ver cómo hubieran lucido mis personajes icónicos favoritos si hubiesen vivido en un universo paralelo o hubieran tomado otra senda en sus vidas”, cuenta Cheyenne Randall sobre su proyecto Shopped Tattoos, con página Tumblr de símil nombre. Allí, la posibilidad de observar al príncipe William con su señora Kate, a Marilyn Monroe, Linda Carter, Muhammad Ali, John F. Kennedy, Lucille Ball, Elizabeth Taylor o Dolly Parton repletos de tattoos se convierte en una realidad. Realidad retocada, que evidencia que a algunas estrellas —la perenne Audrey Hepburn, sin ir más lejos— ni una flecha en el cuello le resta una pizca de elegancia.