Visto y considerando que se trata de la encarnación suprema del mal, cualquiera diría que Satán es un hueso duro de roer y aún más difícil de vencer, en caso de hipotética lucha. Darle pulseada a Lucifer se creería, entonces, tarea de titanes religiosos, de no ser porque los tiempos modernos traen modernas soluciones. Al menos, así lo considera Kyle Winkler, líder evangelista de un ministerio que lleva su nombre, experto en “alentar a la gente a experimentar y gozar a Dios todos los días”, según uno de los tantos lemas que engalanan su web. Y experto además en crear “armas para la salud espiritual”, como define a Shut Up, Devil! (¡Callate, Diablo!), una aplicación disponible para iPhone y Android que promete mantener al demonio a raya.

“Pronto te darás cuenta de que no estás siendo atacado, sino que eres el atacante. Con el tiempo, los problemas con los que lidiaste ya no te perseguirán. Y las mentiras que Satán te lanza, ya no tendrán influencia en vos”, asegura este soldadito de batalla, cuya creación incluye: recordatorios diarios de cuándo leer en voz alta tal o cual versículo, categorías como Armadura total de Dios, las Sagradas Escrituras, y un motorcito de búsqueda para saber qué cita rastrear cuando el creyente lidia con la ansiedad, el temor, la depresión, entre otros. En otras palabras, con la vida misma y los problemas típicos del cotidiano que, ahora resulta, son obra del propio Satanás. Evidentemente al malísimo tipo le sobra tiempo (y le falta originalidad) si sus ocurrencias más macabras incluyen matar al hombre de aburrimiento.