CINE UN REPASO POR LAS PELíCULAS CON JUEGO DE LA COPA ANTES DE OUIJA, EL ESTRENO DE TERROR DEL VERANO
› Por Mariano Kairuz
Dos meses atrás, cuando la película Ouija –que el próximo jueves 1º de enero llega a los cine argentinos– se estrenó en Estados Unidos, muchos críticos se preguntaron en qué consistía exactamente la estrategia comercial de la juguetera Hasbro, impulsora del proyecto, como ya lo había sido de Transformers (el robot que primero fue juguete, luego dibujo animado y actualmente es una lucrativa saga de efectos digitales), y luego de Batalla Naval y de varias otras ficciones basadas en juguetes y juegos de mesa. ¿Por qué creyeron que iban a incrementar las ventas de un juego que, según la película, termina por asesinar a casi todos los que lo que lo juegan? Bueno, la verdad es que por ahora no hay datos sólidos que confirmen una suba en las ventas del tablero espiritista en cuestión, pero la película fue un éxito, y podría conjeturarse que el público compraría este juego sólo especulativamente peligroso por la misma razón por la que sigue llenando las salas de las películas de terror: morbo. Sufrir, sudar, angustiarse, como parte de la experiencia vital de ir al cine./p>
Si Ouija, la película escrita por el matrimonio Juliet Snowden y Stiles White y dirigida por este último, realmente provee esas emociones o no, ya es otro asunto. Su particularidad, o mejor dicho su argumento de venta, es que pretende poner en el centro de la historia un elemento que a lo largo de las décadas fue puesto en escena de manera secundaria por el cine de terror. Utilizado lúdicamente (y no tanto, todo depende de la predisposición del usuario hacia lo oculto) como un medio para comunicarse con los espíritus, en 1890 fue patentado como un juego de mesa, tanto o más inofensivo que el Monopoly, por el empresario e inventor Elijah Bond. A mediados de la década de 1910 tuvo lugar el caso de Pearl Curran, una mujer cuya presunta asociación con el espíritu de Patience Worth –una inglesa del siglo XVII– dio lugar a varias novelas, escritas, según Curran, entre ambas. Curran decía haber sido contactada por Worth mediante la tabla; esto ocurrió durante cierto auge del espiritismo en Estados Unidos e Inglaterra, e impregnó el juego del carácter sobrenatural, menos lúdico y más oscurantista, que luego explotaron muchas ficciones literarias y cinematográficas.
Los autores de Ouija, la película, dicen que usaron la tabla como un “conducto” para contar una historia sobre la pérdida de seres queridos: la protagonista (Olivia Cooke, de Bates Motel) intenta contactar a su amiga de toda la vida, que al principio de la película se suicida sin ninguna razón aparente, mediante la misma ouija con la que ambas se divirtieron y asustaron tanto de chicas, e inmediatamente se desata la tragedia a su alrededor. Con todos sus clichés, difícilmente ésta vaya a convertirse en la película definitiva sobre el tablero de los espíritus, sino que apenas se sumará a este potencial top five del más allá.
1.THE UNINVITED (Lewis Allen, 1944) Conocida por acá como El mandato de otro mundo, en esta atmosférica producción de Paramount basada en la novela Uneasy Freehold, de Dorothy Macardle, Ray Milland monta una sesión espiritista con una ouija improvisada mediante las letras de un scrabble y una copa, para persuadir a la joven de la que se ha enamorado de liberarse del recuerdo de su madre, trágicamente muerta años atrás. Las cosas le salen mal: la sesión funciona, el fantasma de mamá se apodera de la escena y se suceden internaciones psiquiátricas, posesiones, suicidios inducidos y otros eventos que pendulan entre la ciencia y el ocultismo. Film pionero, no es tan bueno como la posterior Una cita con el diablo (Night of the Demon, Jacques Tourneur, 1957), pero ésta –que tenía médium y contacto con los que ya no están– no incluía la tabla en cuestión.
2. TALES FROM THE CRYPT (Freddie Francis, 1972). Antología estrenada como Cuentos de ultratumba, en esta primera adaptación de la serie de historietas de EC Comics con la que casi dos décadas más tarde HBO haría su exitosa serie Cuentos de la cripta, el que usa la tabla ouija es nada menos que Peter Cushing. En el capítulo “Justicia poética”. Cushing interpreta a un recolector de basura, el viejito amable de la cuadra que recibe en su casa a los niños del barrio, los entretiene y les hace regalos (sin intenciones sexuales, hay que aclarar). Por alguna razón, algunos de sus vecinos sólo ven en él a un chatarrero insoportable que le baja el nivel al barrio. Su esposa muerta, a quien Cushing contacta como un poseído a través del tablero, es quien le advierte sobre las malas intenciones de sus vecinos, que arremeterán contra él con saña. Un año más tarde, una ouija aparecería en una de las más influyentes películas de terror y posesión de todos los tiempos: El exorcista.
3. WITCHBOARD (Kevin Tenney, 1986). Y acá nos sumergimos en los años ‘80 y el reinado infernal del VHS, que produjo infinidad de películas de terror olvidadas, varias con el tablero diabólico que nos convoca, como el telefilm Deadly Messages (1985), sobre una chica que encuentra en una vieja tabla un propósito para su aburrida vida. Algunos recordarán haber salido del videoclub con Witchboard, primera de una saga de tres (cada una con distintas historias y personajes), en la que un grupo de amigos juega con la ouija creyéndola tenebrosamente inocente y terminan contactando a una entidad maléfica que se presenta bajo un aspecto inocente. Según la trivia, la pequeña productora de este cachivache repartió ouijas de regalo entre quienes asistieron a la noche de estreno en los cines americanos.
4. LA OUIJA (OTRAS) A lo largo de la última década se han estrenado varias películas de diversas procedencias tituladas sencillamente, como la nueva producción americana, Ouija. Casi todas son variaciones de la misma historia, y aunque ninguna llegó a la Argentina (por suerte, según las referencias disponibles) casi todas se consiguen en Internet. Ahí están, para el que le interese, la española Ouija (2003, otro grupo de amigos, esta vez en Barcelona, que se lo toman como un juego: así les va); la egipcia Ouija (2006); la filipina Ouija (2007, sobre dos medias hermanas y sus primos, que, reunidos en el funeral de la abuela, se ponen a pavear con una vieja tabla y liberan sin querer a un espíritu maligno), y Ouija Board (2009), de Matt Stone, que se mete con el demonio durante la escapada de una parejita a la campiña escocesa.
5. THE AXEMAN COMETH (2013). No es, en rigor, una película, sino el sexto episodio de la tercera temporada de la serie American Horror Story, que tan a menudo resulta más espeluznante que cualquiera de los pequeños esfuerzos del cine por asustarnos. Como muchos recordarán, el año pasado AHS estuvo dedicada a un aquelarre, y en este episodio en cuestión las brujildas ponen en acción una tabla ouija para averiguar qué fue de una de sus compañeras. En busca de la brujita hollywoodense Madison, Zoe, Nan y Queenie se ponen en contacto con el espíritu del Axeman, infame asesino serial que hizo de las suyas en Louisiana entre 1918 y 1919 (y acá es interpretado por Danny Huston). Pero por supuesto que el que juega con viejas ouijas, a la hora de las brujas se quema.
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