Cuenta Pablo Dondero que, a poco de comenzar los Juegos Paralímpicos de agosto de 2012, en Londres, empezó a acercarse a los deportistas que se preparaban para esa competición, en parte con la idea de llevar adelante un trabajo fotográfico en profundidad y en parte, también, para de algún modo dar a conocer los desempeños en unas actividades a las que, dice, casi no se les presta atención. En Doble o nada, la muestra que por estos días puede verse en el Centro Cultural Carlos Gardel, este reportero gráfico nacido en 1987 ofrece un conjunto de registros de jugadores, atletas o nadadores en relación con un abanico de deportes adaptados, a veces en plena práctica, a veces en la previa, o en lo inmediatamente posterior a las competencias. Ahí está, por ejemplo, el retrato de Guillermo Marro, su cara a punto de emerger entre las ondulaciones del agua; Marro es un multimedallista de juegos olímpicos que batió varios records mundiales en natación y consiguió, el año pasado, cruzar los 42 kilómetros del Canal de la Mancha: nació con una enfermedad congénita que le impide usar las piernas. Y está también el retrato de otro medallista, Gabriel Copola, en plena final del campeonato argentino de tenis de mesa adaptado: desde que tuvo un accidente grave se maneja en silla de ruedas. Copola está sexto en el ranking mundial, es profesor de educación física y docente, y fue el primer deportista con el que Dondero se puso en contacto para realizar su serie.

“El trabajo consta de dos partes –explica Dondero–: la de alto rendimiento, las selecciones nacionales o deportistas que representan al país que entrenan en el Cenard, por un lado, y por otro el deporte recreativo, como bochas y torball (una práctica para ciegos o disminuidos visuales). Fue algo que hice a largo plazo, porque luego de presentarme y de contarles a los deportistas y a los entrenadores lo que me proponía hacer –la verdad es que no están muy acostumbrados a que los fotografíen, y menos varias semanas seguidas–, traté de pasar siempre lo más desapercibido posible, para poder captar naturalmente la acción que se esté dando. Con el correr de los días todos estábamos mucho más sueltos, y de ahí salían las mejores fotos”. Desde el comienzo, cuenta, se inclinó por el blanco y negro, porque robustecería la serie de cara a la diversidad de espacios y escenarios que se propuso registrar: el equipo argentino de atletismo en la previa de la inauguración de los panamericanos juveniles; la selección argentina de fútbol para amputados, las cabezas y manos reunidas en lo que parece una arenga; un par de corredores ciegos lanzados en una pista de atletismo. “El deporte representa una gran herramienta de reinserción social y aceptación personal, ya que optimiza sus capacidades y brinda independencia, auto-superación y confianza como eje fundamental para el bienestar personal”, apunta Dondero en el texto de presentación. Algunas de estas fotografías fueron seleccionadas para las exposiciones anuales de Argra. Doble o nada es su primera muestra individual.

Doble o nada se puede visitar en el Centro Cultural Carlos Gardel,Olleros 3640, de lunes a sábados de 11 a 21 y domingos de 17 a 21. Hasta el 2 de diciembre. Las fotos están colgadas más abajo de lo normal para respetar la altura de una silla de ruedas y que resulte cómodo verlas. El Centro Cultural está en planta baja con excelente acceso para recibir a todo el mundo.