Dom 26.06.2016
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LOCURA NAO TEM FIM

Esta noche se estrena la miniserie Zé do Caixão, basada en la vida del director brasileño José Mojica Marins, leyenda del cine Z de Sudamérica. Excesivo, hipersexual, violento y al mismo tiempo tierno por la precariedad de sus producciones autogestionadas, es admirado por Tim Burton, Rob Zombie, Sepultura y Os Mutantes, fue militante del PT y censurado durante la dictadura. Reivindicado como un realizador transgresor y popular, hoy a los 80 años Mojica conduce su propio programa de TV y puede disfrutar de eso tan raro que es un homenaje en vida.

› Por Ariel Alvarez

“¿Qué es la vida? El principio de la muerte. ¿Qué es la muerte? El fin de la vida. ¿Qué es la existencia? La continuidad de la sangre ¿Qué es la sangre? La razón de la existencia.” Estas fueron las primeras palabras pronunciadas por el infame Zé do Caixão, el personaje creado por José Mojica Marins en A medianoche me llevaré tu alma, de 1963, la primera película de terror brasileña, que él dirigió y protagonizó. Y la que inició una carrera que lo convirtió en un personaje emblemático del cine de terror sudamericano, famoso –en un estatus de culto– en el mundo entero. El tenebroso sepulturero, vestido con capa negra, barba, una galera enorme, mirada desquiciada, que hablaba con tono solemne asesinando a todo aquel que se interpusiera en sus planes, atormentaba (a sus víctimas y al público) con sus características uñas de más de 10 centímetros. José Mojica Marins, nacido en San Pablo en 1936, fue más conocido por su criatura que por él mismo: a las entrevistas, a la televisión, incluso cuando fue candidato para un cargo comunal por el Partido de los Trabajadores, Mojica aparecía siempre encarnando al despiadado asesino Zé. Actor e intérprete se convirtieron en uno, un poco a la manera de Bela Lugosi con su Drácula.

Pero detrás de su alter ego, José Mojica Marins es un actor, director y escritor, que quizá esté más “loco” que su personaje. Una especie de Ed Wood paulista, que no se detenía ante nada para filmar sus escandalosas historias, siempre con contenido del tipo sexploitation, abuso de drogas, y mujeres torturadas. Convirtió a la casi total escasez de recursos en una estética que al principio fue destrozada por la crítica especializada. Y su cine tambiénfue prohibido por la dictadura. Pero con los años se convertiría en figura de culto. Pudo superar su etapa decadente durante los 80, cuando se dedicó a dirigir pornografía, para ser hoy considerado uno de los padres del Movimiento Marginal del cine brasileño.

En esta manera de producir sus películas, descontrolada, sacando recursos de donde no había, torturando a sus actrices (a las que encerraba en una habitación con arañas, para que no tuvieran miedo durante el rodaje), pero por sobre todo, filmando lo que nadie se atrevía a mostrar, se basa Zé do Caixão, la miniserie que se enfoca en seis de sus películas más importantes (dirigió más de 30) y que además muestra la historia de su vida personal, que para muchos es desconocida.

Zé do Caixão, que se estrena esta noche por TNT Series, está parcialmente basada en el libro Zé do Caixão. Maldito, A Biografia, de los periodistas André Barcinski e Ivan Finotti, publicado en 1998. Dirigida por Vitor Mafra, con Matheus Nachtergaele, conocido por interpretar a Carrot en la celebrada Ciudad de Dios (2002) como Mojica-Zé, comienza en el año 1958 cuando luego de fundar una escuela de actores, Mojica se mete de lleno a filmar A Sina do Aventureiro (“El destino del aventurero”), un “western feijoada”, que escandalizó a los habitantes del pueblo donde se filmó –engañaron al párroco local para que les permitiera rodar–. Aquí vemos cómo Mojica le cobra a los alumnos de su escuela de teatro para poder financiar la película, cómo pintaba con manchas negras a los apenas dos caballos blancos que había podido conseguir para que parecieran más, y hasta cómo aceptó cambiar el nombre de la película y a su protagonista masculino porque una “productora” mujer puso dinero y condiciones. Dada su casi increíble forma de producción y los pormenores de su vida, el tono de la serie es de comedia con momentos que mueven a la sensibilidad: es casi mágica la escena donde junto a su asistente y editora Dirce Morais (María Helena Chira), escriben el guión de la primera película de Zé do Caixão: queda clarísimo por qué este hombre excéntrico era además tan carismático. El personaje de Dirce se basa en Nilcemar Leyart, la primera mujer del director y madre de su hija Liz Vamp (también directora de terror).

Según el propio Mojica, la idea de crear a Zé do Caixão surgió una noche en la que tuvo una pesadilla, donde era arrastrado por una sombra negra hasta su propia tumba. Así nació este personaje que busca a la mujer perfecta para engendrar a su hijo, y por supuesto asesina a las que resultan no ser las elegidas. Esa misma noche surgió el guión de A medianoche me llevaré tu alma. Fue su primera película de terror –venía filmando extraños westerns– y fue la primera por la que recibió dinero: antes alquilaba cines para sus proyecciones, pero ésta vez encontró a alguien interesado en exhibirla. Sin embargo, se sintió estafado por el exhibidor, que le pagó muy poco dinero. En la serie, el personaje de Mojica, triste en un bar, dice “Le pedí plata a mis alumnos, mis padres vendieron sus alianzas, inauguré un género en el cine brasileño, y vendí el film al precio de unas bananas”. Una frase que define su historia artística entera.

Luego de filmar la segunda película con Zé do Caixão, la serie llega al año 1964, momento en el que se instala la dictadura militar en Brasil y las películas de Mojica son prohibidas debido al sadismo de sus historias (Perversión fue su film más polémico: ahí mutila con los dientes los pezones de una mujer y termina, en una venganza feminista, castrado en la última escena). A fines de los 70, ya con algo menos de control en el cine por parte de los militares, comienza a filmar “pornochanchada”; así se llama este género brasileño que se basa en las comedias eróticas italianas. Entonces Zé do Caixão la miniserie aumenta en dramatismo cuando el protagonista es acosado por la pobreza y comienza a filmar pornografía. Por supuesto, siempre con la intención de romper con toda regla, se especializó en zoofilia.

Más allá de algunas licencias poéticas, que sirven para exaltar lo oscuro del personaje, la muy entretenida miniserie intenta llenar los espacios que se desconocen de la vida de este director, un hombre misterioso pese a que fue popular en los 90 cuando hacía propagandas de jabón en polvo para la tele, y ademas además se convirtió en una figura mediática que era motivo de burla y ridículo en los programas cómicos (de los que participaba para poder subsistir). Pero también se transformó en un personaje adorado por la cultura joven y trash: ya en 1968 Os Mutantes lo mencionaban en la letra de su canción “Tren fantasma” y veinte años después Sepultura y White Zombie lo convocaron para sus discos y videos. Hasta el propio Tim Burton, fanático confeso, se “sintió honrado” cuando el año pasado lo conoció en Brasil.

Zé do Caixão, la miniserie es un justo homenaje a José Mojica Marins que, fiel a su estilo, a los 80 años sigue siendo imparable. En la actualidad conduce un programa mensual por Canal Brasil llamado El extraño mundo de Zé do Caixão, donde entrevista a músicos, activistas glttbi y personalidades de la cultura en general. Todo transcurre en medio de una escenografía barata que pretende ser un living en medio de un cementerio –usa lápidas como mesita en las entrevistas–. Una escenografía del estilo de sus películas, llena de cruces, cartón pintado, telarañas, inteligencia, pasión autogestiva y mucha locura.

Zé do Caixão se estrena esta noche a las 22 por TNT Series. La mayoría de las películas de José Mojica Marins se pueden ver online en el canal de YouTube cinemacoffinjoe/zedocaixao

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