TELEVISIóN > VH1, LA MEJOR ALTERNATIVA EN CANALES MUSICALES
› Por Mariana Enriquez
Es una pena que haya llegado tan tarde: hace aproximadamente un año que se incluyó en la grilla de Multicanal y hace sólo unos meses que está al aire –sólo de madrugada– por Cablevisión. Pero al fin VH1 llegó al cable local, y es un remanso cuando su canal hermano, MTV, se encuentra en su momento de más franca y total decadencia.
Cierto que no desembarcó en su mejor momento. VH1, desde su lanzamiento en 1985, pasó por varias etapas y la mejor se inició en 1997, con dos programas que ya son historia: Behind The Music y Legends, suerte de biografías no autorizadas de artistas, desde Iggy Pop a TLC, con impresionante material de archivo y mejores entrevistas. Pero, en varios años, el canal agotó todas las posibilidades del formato –aunque sigue produciendo algún episodio de vez en cuando– y arrancó por el camino de explotar decididamente la nostalgia. VH1 siempre fue la alternativa más adulta a MTV, pero en este momento, sobre todo en la programación de videos nocturnos, es la mejor opción (casi única, si se exceptúa algún raro rescate de Much Music) para ver videos perdidos: Tina Turner en la era de Private Dancer y The Cars, pero también Sex Pistols o The Clash; bizarradas y grandes canciones, además de looks, saxos y teclados escalofriantes.
El fuerte de VH1 modelo ’06 –ya, en definitiva, un canal bastante alejado de la música– son los conteos, y los celeb-realities. Los conteos son más que rankings, y ya fueron popularizados por ese otro canal experto en cultural pop, E! Entertainment. Pero los de VH1 son muy simpáticos: “Los 50 momentos más sexies en videos”, “Las 100 mejores canciones del rock”, “Las 50 canciones más terriblemente malas”, “Las peores 40 canciones que llegaron al Nº 1”, “Las 40 peores canciones de amor”... Lo mejor en este sentido fue la serie “Los 100 momentos más impactantes de la historia del rock’n’roll”, un programa que se estrenó en 2001 con conducción de Mark McGrath y que, con suerte, alguna vez podrá verse en repeticiones.
Los celeb-realities no son algo nuevo, pero VH1 se las arregló para darle una vuelta. Se trata de realities con celebridades, y los ejemplos más famosos son The Osbournes y Newlyweds de MTV. Pero los de VH1 son distintos, no sólo porque el foco es la nostalgia, sino porque llegan muy lejos. The Surreal Life es como un Gran Hermano más corto en el tiempo y más abierto con famosos clase B o C: conviven, por ejemplo, una ex Go Go’s, la rapper Da Brat, la ganadora de un reality de modelos, una ex estrella infantil de The Brady Bunch y una luchadora de catch. Gente disfuncional que recibe visitas de novios abusadores, que toma drogas, que tiene sexo y se emborracha... En la nueva temporada están encerradas y tirándose de las mechas Janice Dickinson (ex top model de los ’70, multirreventada) y Omarosa, la “mala” de El aprendiz.
Pero el fuerte de VH1 actualmente es Destrozando a Bonaduce. El protagonista es Danny Bonaduce, ex estrella infantil de The Partridge Family (1970-1974), un pelirrojo trastornado y sufriente que, él solo, está inventando un formato de reality de celebridades nuevo. Porque, hasta ahora, se ha intentado que fueran parecidos a sitcoms, como The Osbournes. Pero el de Danny es puro drama. Y qué drama. Sus adicciones a esteroides y alcohol, la relación conflictiva con su esposa, sus traumas que van desde una inseguridad y celos patológicos a una historia de abuso infantil, sus sesiones con el terapeuta (donde Danny grita que hace todo por dinero) y hasta un intento de suicidio que VH1, con un resto de pudor, no sacó al aire. Es tan fascinante como morboso ver a Bonaduce. Es el mejor tipo de televisión basura, con todo lo trágico y humillante que implica.
VH1 aparece en el Canal 2 de Cablevisión cuando termina la programación de Film&Arts y en el Canal 47 de Multicanal.
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