MUSICA En la ciudad de Curitiba, en 2011, un grupo de músicos y artistas que formaban A Banda Mais Bonita de Cidade habían tocado en vivo pero aún no habían grabado un disco. Un video de YouTube los catapultó literalmente a la fama, hasta llegar a canales de cable internacionales, incluyendo parodias y versiones. De ahí en más grabaron y no pararon. Pronto presentarán en Buenos Aires su segundo CD, O mais feliz da vida, cada vez más lejos de la saudade, cada vez más cerca de la alegría.
› Por Juan Andrade
“Susto.” Esa es la palabra que repite Uyara Torrente, la cantante de A Banda Mais Bonita da Cidade, a la hora de describir la montaña rusa de sensaciones en la que se vieron metidos después de subir el video de “Oraçao” a la web. Corría mediados de mayo de 2011 y el grupo apenas había tocado cinco veces en Curitiba, su ciudad natal, en el sur de Brasil. La cámara registró una tocada en vivo de la canción, con un plano secuencia inspirado en el video de “Nantes”, de Beirut. A diferencia de la escalera por la que descienden los estadounidenses, el autor del tema, Leo Fressato, recorre como vocalista invitado las habitaciones de una casa en las que se va encontrando con distintos integrantes de la banda y una docena de amigos músicos. Una idea simple pero trabajada, con la que intentaban darse a conocer. Y vaya si lo consiguieron.
“Ese mismo día, a la tarde, nos llamaron varios periodistas porque estaba pasando algo de unas proporciones muy locas. Dos horas después de haber subido el video, era como que estábamos viviendo un huracán. Y en menos de 24 horas, ya tenía 30 mil reproducciones”, cuenta Torrente, con un dejo de sorpresa retrospectiva. La progresión de “vistas” en YouTube dibujó una curva ascendente demencial para una banda independiente que, además, todavía estaba en proceso de gestación. “Oraçao” acumulaba 360 mil clics tan sólo un día más tarde, que saltaron a 2,3 millones en nueve jornadas y a casi 5 millones tres semanas después de su estreno. Para entonces, ya había sido elegido como el Video de la Semana en MTV y había generado todo tipo de versiones y parodias en la red.
“Estábamos asustados”, sigue la vocalista. “Nos dábamos cuenta de que estaba pasando algo, pero no lo podíamos creer, nos teníamos que repetir entre nosotros: ‘Esto está pasando ahora mismo’. Fue una mezcla de susto y felicidad. Una mixtura de muchos sentimientos, porque eso significaba también algo nuevo en nuestras vidas: íbamos a tener que abandonar otras cosas que estábamos haciendo, para poder seguir adelante con la banda. Fue un susto delicioso, pero fue un susto”, insiste. En su caso, lo que iba a quedar relegado a un segundo plano era su carrera teatral. De hecho, así empezó toda esta historia allá por 2009: la actriz se subía al escenario para jugar como intérprete de canciones en el Wonka Bar de Curitiba, con un show titulado, no sin cierta ironía, A saudade mata gente, panaça (algo así como La melancolía mata gente, pollerudo).
“Yo trabajaba como actriz y, en un proyecto de teatro, conocí las canciones de varios autores de Curitiba y me enamoré de ellas. Quise formar una banda para cantar sólo las músicas de los amigos. Empezó siendo algo muy poco pretencioso”, dice. El curioso nombre que los identifica lo encontraron jugando con el título de un cuento de Charles Bukowski, “The most beautiful woman in town”. Un aire nuevo estaba dando vuelta por la ciudad y Uyara tuvo la sensibilidad y el olfato necesarios para captarlo.
¿Quiénes eran esos compositores emergentes? “La mayoría de ellos son de la misma franja etaria que yo, pero también hay algunos más grandes. Sus canciones circulaban en un ghetto muy pequeño. Y ésa era una de las dificultades para que se dieran a conocer.” En ese puñado original de temas se encontraba “Oraçao”. “Yo tenía una relación muy bonita con esa música, antes de grabarla o de hacer el video tenía mucho que ver conmigo. Pero nunca pensé que iba a cobrar esa dimensión. Fue una sorpresa enorme”, dice. A partir de semejante espaldarazo, la idea de grabar un disco se precipitó. “Cuando pasó todo eso, entendimos que era importante que la gente tuviese un disco. Y, además, que era el momento de hacerlo a través del financiamiento colectivo.”
Fue así como en 2011 vio la luz A Banda Mais Bonita da Cidade, el álbum debut del quinteto que completan Vinicius Nisi (teclado), Rodrigo Lemos (guitarra), Luis Bourscheidt (batería) y Diego Plaça (bajo, luego sería reemplazado por Marano). “Refleja ese momento que estábamos viviendo. Grabamos lo que cada uno tocaba: el disco no fue pensado como una totalidad, son una sonoridad determinada. Registramos lo que nos pasaba en el estudio sin tener una experiencia previa, más allá de los shows”, dice. Entre la herencia de la MPB y una estética indie más global, los de Curitiba lograron tener, según la cantante, “una recepción súper positiva. En nuestros shows, la gente ya se conocía las canciones y las cantaba. Las críticas también nos acompañaron”. De ahí a ser considerados la banda “revelación” de Brasil había sólo un paso. A continuación vinieron viajes impensados y shows inolvidables.
En total visitaron más de 60 plazas. Una trayectoria que los llevó a San Pablo y Río de Janeiro, pero también a Lisboa, Madrid, París, Montevideo y Buenos Aires. “Vivimos cosas muy fuertes, que me dieron mucha felicidad”, sintetiza. De todas, ella destaca dos: “Un show que hicimos para los chicos del Instituto Paranaense de Ciegos, que fue muy emocionante. Y otro en Guaíra, un teatro muy importante de Curitiba que tiene espacio para 4 mil personas, y estaba lleno”. Noches en las que, efectivamente, fueron A Banda Mais Bonita da Cidade en su tierra natal. “Pero también fuimos la banda más bonita de cada ciudad en la que estuvimos”, acota, con una risita que deja flotando una nota dulce en la línea telefónica.
Después de la cosecha que dejó su ópera prima, ponerse nuevamente manos a la obra fue una movida riesgosa para el grupo. “Siempre es un desafío pensar en hacer una cosa nueva: está la expectativa de saber cómo va a responder el público”, admite Torrente. En 2012 fue el turno del EP Cançoes que vao morrer no ar. Y, un año más tarde, lanzaron su segundo CD, O mais feliz da vida. “El proceso de grabación fue muy bueno. Lo hicimos con más calma, algo que con el primero no se había dado. Y así llegamos a un disco más conceptual, más homogéneo, más maduro. Las canciones son de autores de Curitiba, pero también de otros lugares de Brasil. En ese sentido, es más variado”, completa.
A poco más de un año de su show en La Trastienda, A Banda Mais Bonita da Cidade vuelve a Buenos Aires con el camino pavimentado por su nuevo material. “El primero fue un show muy especial, nunca imaginé que iba a haber tanta gente y que iban a cantar todas las canciones. Al final nos dieron unas margaritas desde el público, fue una de las cosas más emocionantes que vivimos. Me hicieron llorar. Fue muy bonito”, recuerda. “Tenemos una expectativa muy grande de volver a estar allá. Todo el tiempo decimos: ‘Falta poco para Argentina. Falta poco para Argentina’. Vamos a preparar el show con mucho cariño, con los temas de todos nuestros discos, incluyendo el EP. Queremos reflejar la trayectoria de la banda y también mostrar, por primera vez en Argentina, las canciones de O mais feliz da vida.”
A Banda Mais Bonita da Cidade presenta O mais feliz da vida el domingo 17 a las 21 en Niceto (Niceto Vega 5510).
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