Si todos regresan dentro del lucrativo mundo del pop y rock anglosajón, ¿por qué no podría pasar lo mismo en Africa? Las reuniones tardías de viejas glorias redescubiertas a través de recopilaciones a tono de estos tiempos globales, como sucedió con la Orquestra Baobab de Senegal o la Super Rail Band de Mali, es el marco del extraordinario retorno de este legendario grupo de Benin, formado a mediados de los sesenta, y que después de medio centenar de discos se separó sin pena ni gloria. Veinte años después de su último álbum de estudio, y con cinco de sus miembros originales (entre una decena de integrantes), la Orchestre Poly-Rythmo recorre sus grandes éxitos con invitados de la talla de su compatriota Angelique Kidjo o dos músicos de Franz Ferdinand, ni más ni menos. Y otra de las convidadas es la maliense Fatoumara Diawata, cuyo disco solista Fatou es el otro gran disco africano a descubrir del año pasado.