Los empresarios nucleados en la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe) se sumaron ayer al plan de ahorro de energía. Los representantes de la entidad alientan la medida como una forma de concientización acerca del uso racional y rezan para que no haya un colapso que obligue a las restricciones al funcionamiento de las plantas fabriles como en el invierno pasado. "No tiene que recaer todo solamente sobre las industrias porque no somos los únicos consumidores del servicio", dijo el presidente de la entidad Carlos Capisano.

El presidente de la FISFe, señaló que "se pidió a los afiliados un uso eficiente pero no hay ninguna restricción formal de la energía por parte de la industria. Es más bien un aporte voluntario sobre la utilización de la energía y al igual que los usuarios residenciales ya empezamos con el recambio de lámparas de bajo consumo".

A diferencia de la temporada invernal donde el gobierno nacional ordenó a los industriales restricciones en el suministro ahora no hay tales medidas, los industriales ya abrieron el paraguas en alerta a las temperaturas del verano. "Estamos haciendo lo posible para ahorrar energía y evitar un colapso, usamos los aparatos de iluminación que consumen menos en los horarios pico como hacen los usuarios particulares, pero no tiene que recaer todo solamente sobre las industrias porque no somos los únicos consumidores del servicio", dijo el presidente de la entidad.

Y agregó, sin ocultar su preocupación porque se repita lo sucedido en el invierno: "Con todo lo que se está haciendo esperamos que no ocurra lo peor".

Por su parte en declaraciones a Radio Dos, Alberto Rosandi, asesor energético de Fisfe, manifestó que "se está trabajando en un marco de colaboración y la práctica implica tratar de ser mas eficiente, trasladando los problemas de producción donde la demanda es mayor y disminuir valores del requerimientos". "Pero el sistema lo está soportando y por eso no hay colapso", acotó el especialista.