SANTA FE › BINNER Y LIFSCHITZ ESTAN A FAVOR DEL TREN BALA
El gobernador y el intendente participarán mañana en Casa
Rosada del acto de adjudicación del tren de alta velocidad
Retiro-Rosario. "Necesitamos la reactivación ferroviaria", dijo Binner.
Desde Santa Fe
Hermes Binner y el intendente Miguel Lifschiz estarán mañana, a las 17, en primera fila, en la Casa Rosada, cuando la presidenta Cristina Fernández de Kirchner firme del decreto de adjudicación del tren de alta velocidad entre Retiro y Rosario a un consorcio francés. "Nos interesa recuperar el ferrocarril", dijo el gobernador. "Es un proyecto muy importante para Rosario", completó Lifchitz. El gesto cierra la polémica con el ministro de Obras Públicas, Hugo Storero, quien la semana pasada había advertido que el emprendimiento "no era prioritario" para el gobierno de Binner. Pero ayer, las definiciones y el anuncio del gobernador, lo dejaron mal parado.
Binner abrió -por primera vez- las puertas de su despacho de la Casa Gris a Lifschitz, pero la visita coincidió también con la del senador nacional y jefe del Partido Socialista, Rubén Giustiniani. "Una feliz coincidencia", dijo Binner. Así que la entrevista se convirtió, en realidad, en una cumbre partidaria. El cuarto participante fue el ministro de Gobierno y Reforma del Estado, Antonio Bonfatti.
La "feliz coincidencia" -como la llamó el gobernador- apuntó a posicionar a la provincia frente al gobierno nacional para "construir una Santa Fe mejor para todos los santafesinos", dijo Binner. Un planteo frente a las obras públicas nacionales que se demoran al extremo, como las autovías y los acueductos. Binner ya le pidió una audiencia al ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, así que ahora espera que su paso de mañana por la Casa Rosada le confirme la fecha, que en principio sería en esta segunda quincena de enero. La lista de pedidos a De Vido es larga, pero sobre todo Binner quiere saber cómo y con qué obras la Nación compensará a la provincia la decisión de destinar un crédito del Banco Mundial por 140 millones de dólares -que estaba pendiente desde la época de Carlos Reutemann- para transformar en autovía la ruta nacional 19, que ya se convirtió en una ruta de la muerte.
Binner, Lifschitz, Giustiniani y Bonfatti recibieron a la prensa en una pequeña sala de la Gobernación, pero las preguntas sobre las obras pendientes mecharon la polémica que tiró Storero. ¿El tren rápido a Rosario va a ser uno de los temas que tratará con el ministro De Vido?", le preguntaron al gobernador.
"No, este es un tema que está total y absolutamente involucrado el gobierno nacional. Nosotros vamos a estar el miércoles (por mañana) en el acto de firma del decreto de adjudicación porque obviamente nos interesa recuperar el ferrocarril, tanto en el transporte de pasajeros como de cargas. Un país extenso como la Argentina, con un transporte que visiblemente es más económico que el de carreteras, necesita la reactivación ferroviaria", contestó Binner.
Lifchitz escuchó en silencio. Pero al rato le tocó a él contestar sobre el asunto. El intendente ya había ensayado un retruque a Storero cuando se declaró un "entusiasta impulsor de este proyecto ambicioso, importante y estratégico" del tren bala, entre Retiro y Rosario. "¿Por qué este desacuerdo?", quiso saber una colega.
-Bueno, si usted lee bien la opinión del ministro de Obras Públicas de la provincia, él planteó la necesidad de priorizar la infraestructura de cargas que nosotros compartimos y la necesidad de hacer un muy buen estudio del ingreso del futuro tren rápido tanto a la ciudad de Rosario como a la ciudad de Buenos Aires que son los aspectos más complejos de una obra de esa magnitud que nosotros compartimos. Yo creo que no es incompatible una cosa con la otra y para la ciudad de Rosario realmente es muy importante que este proyecto pueda avanzar. Como decía el gobernador, es una obra que la maneja exclusivamente el gobierno nacional, por lo cual nosotros no intervenimos en los procesos licitatorios y de adjudicación. Pero sí creemos que es proyecto muy importante para Rosario.
Lo curioso es que Storero ratificó su opinión sobre el tren bala, incluso después de la primera réplica de Lisfchitz, la semana pasada. "Mi opinión es la del Ministerio de Obras Públicas", le dijo el domingo al diario El Litoral. "No lo he analizado en el gabinete, pero responsablemente desde esta área tenemos que dar una opinión respecto a prioridades. Nuestra cartera tiene el compromiso y la responsabilidad de la obra pública. Si fijo prioridades veo que hoy el tren bala no es prioritario. El tren bala fue licitado y adjudicado a una empresa que está analizando y tiene un plazo de diez años para realizar el proyecto. Este tiempo me deja cierta tranquilidad porque de acá a diez años debe resolver el tema de la trocha, del ingreso y egreso de Rosario, de la transferencia a Córdoba. Si se lo mira como servicio está acometiendo la respuesta a la demanda muy pequeña que son los que pueden pagar un pasaje en este servicio".
Enseguida aclaró "no soy retrógado, alguna vez habrá tren bala en la Argentina, pero ¿qué coloco como prioridad en mi cartera?, se preguntó. "Hay otras urgencias como la reactivación de ramales ferroviarios; la reactivación de los puertos aguas arriba de Rosario; la ubicación definitiva del puerto de Santa Fe; preparar la hidrovía para el tránsito hacia el ParanáParaguay y la red caminera harto superada por carecer de ramales y de puertos alternativos que hace que la soja de Tostado vaya a Rosario cuando debería salir vía Vera por Reconquista", concluyó el ministro de Binner.
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