Con el desafío de "hacer presencia lo que hoy es una ausencia", Beatriz Fullone asumirá el jueves, a las 9.30, en Santa Fe, como directora provincial de la Mujer. Será la primera, porque las políticas de género nunca tuvieron lugar en la estructura del gobierno de Santa Fe. Y ahora lo tendrán. La funcionaria subraya: "Lo más importante es la decisión política". Es decir, haber puesto en marcha un engranaje para trabajar en la igualdad de oportunidades, para intervenir sobre las injusticias, para reconocer desde el Estado que los derechos de las mujeres son asignaturas pendientes. Fullone es licenciada en trabajo social, realizó la maestría de género en la Facultad de Humanidades y Artes de la UNR, y también estudió psicología social. Además, trabaja en la provincia desde hace más de una década, siempre en el área que hasta ahora mezclaba familia, niñez (en términos de minoridad) y mujer. Y no pertenece al Partido Socialista. Inmersa en la vorágine que viven los funcionarios que asumieron responsabilidades provinciales, califica como una "maravilla" el proceso que se desarrolla, aunque también menciona sus dificultades.

"En esta área no existía nada. Tenemos que hacer una política de género, empezar a construir no sólo el funcionamiento, sino también los programas. Y en distintas problemáticas, no sólo en violencia familiar que es un eje fundamental, porque junto con otras cuestiones de salud nos llevan a perder mujeres", señala la funcionaria, que desgrana sin parar ideas e iniciativas. "Tenemos que hacer una política que apunte a la igualdad de oportunidades, porque si bien hemos avanzado, por el empuje de organizaciones feministas y los movimientos de mujeres, falta mucho por hacer, y se ve sobre todo en lo cotidiano, donde las desigualdades están naturalizadas", afirma. Justamente, la tarea será "develarlas".

Por eso mismo, la creación de una Dirección Provincial de la Mujer fue reclamada durante años por las organizaciones de mujeres, que pedían espacios específicos para implementar políticas de género. En consonancia con esa demanda de la sociedad civil, la diputada provincial del partido Socialista Lucrecia Aranda presentó un proyecto para que se creara la dependencia, cuando Jorge Obeid era gobernador. Pero el oficialismo de entonces ni siquiera lo contempló. Y la legisladora sabía muy bien de qué se trataba, porque fue directora del ╡rea de la Mujer de la Municipalidad, y dejó una huella. Con políticas concretas en violencia de género, en empleabilidad de las mujeres, en el plan de igualdad de oportunidades, en la promoción de liderazgo de mujeres. Sabía que ciertas problemáticas sólo podían abordarse desde un área específica.

Ahora que la dirección de mujeres es casi un hecho, Fullone ya mantuvo reuniones con la Multisectorial de Mujeres de Santa Fe y Mujeres Autoconvocadas de Rosario (MAR). "Jamás se pensó en bajar una política. Por eso convocamos antes de asumir a reuniones con las organizaciones no gubernamentales, porque lo más adecuado es hacer las políticas con las mujeres que vienen trabajando", agrega. Pero aclara que se hará de acuerdo con las particularidades de cada localidad, y que esa política no se concentrará sólo en Rosario y Santa Fe, sino que la idea es brindar herramientas en "los rincones más chicos de la provincia, donde no llega nada".

La funcionaria preside una Fundación, el Centro de Estudio Social y Cultural, en honor al fallecido juez Carlos Triglia, que fue su esposo. Y cuando se trata de marcar ejes, comienza por el abordaje de la violencia de género, problemática en la que tiene una larga trayectoria. "Sabemos que aumentaron las denuncias, pero también estamos conscientes de que hay aún muchos casos que no llegan a denunciarse. Por eso trabajaremos en gabinetes interdisciplinarios, que nos permitan abordajes integrales", indicó. Destacó que "existen las leyes, pero no se cumplen", y recordó que en la última reunión con las ONG, una de las participantes relató la demora de diez días en obtener una medida de exclusión de hogar para un marido agresor. "Si se llega a ese pedido, es porque hubo una evaluación de riesgo de vida para la mujer. La ley tiene herramientas importantes para tomar medidas rápidas, pero muchas veces no se garantizan en la práctica cotidiana", indica Fullone. Y se pregunta "por qué cuando una mujer va a hacer una denuncia a la comisaría se la disuade, e le dice que vuelva más tarde, con lo costoso que fue para ella salir de su casa para realizar la denuncia. Y si llegó hasta ahí era porque sentía un punto de no retorno".

En ese sentido, menciona la necesidad de capacitación a los agentes provinciales. "Tenemos que atravesar los tres poderes, porque no es sólo un tema legal, es un tema de salud, es cultural, implica contar con recursos y con viviendas", apunta antes de profundizar que "hay mucha falencia en la formación de género en todas las profesiones. La capacitación debe permitir el abordaje que proteja a las mujeres y a las niñas". Quiere elaborar un protocolo de intervención, para que "cada uno sepa qué hacer ante una situación de violencia. Porque las intervenciones están atomizadas".

De hecho, no existe ningún albergue para mujeres en situación de violencia en la provincia. "Siempre se terminaban enviando a las mujeres a Rosario, donde la Municipalidad cuenta con refugios. Ahora vamos a hacer de manera urgente una evaluación para ver dónde y con qué características hay que construirlos", adelanta. En la ciudad de Santa Fe, se trata de una demanda concreta de la Multisectorial. Para Fullone, el Estado debe intervenir con continuidad, "para no perder fuerza".

Esa continuidad será uno de sus desafíos. Es que su gestión estará marcada por la necesidad de abrir caminos. "La provincia no tenía política. No había programas. Sólo contamos con dos pequeños grandes grupos de trabajo en Rosario y Santa Fe, que venían trabajando sin estructura", dice a modo de guiño para las personas que desempeñarán funciones en su Dirección. "Son pequeños porque es muy poca gente, pero son grandes porque venían trabajando en un lugar donde no se reconocía la problemática. Y estas profesionales hicieron una gran tarea. Se necesita mucha vocación para sostenerla cuando no está reconocida institucionalmente".