SANTA FE
La figura es novedosa para las causas de Terrorismo de Estado en la capital provincial. Un comisario que se "recicló" en la democracia.
Desde Santa Fe
El ex presidente comunal de San José del Rincón, Mario José Facino se convirtió ayer en el primer preso por delitos de lesa humanidad sobre el que pesa el cargo de "homicidio" en una de las causas del terrorismo de estado en Santa Fe. El juez federal Nº 1 Reinaldo Rodríguez, lo procesó por supuesta "privación ilegítima de la libertad, tormentos, encubrimiento y homicidio" y embargó sus bienes por 450 mil pesos en un proceso que investiga el destino final de un joven docente desaparecida, Alicia López de Rodríguez, quien estuvo detenida y sufrió los peores suplicios en una celda de la seccional 4ª cuando Facino era el jefe de la comisaría, según el relato de varios sobrevivientes. López fue secuestrada por un grupo de tareas el 21 de octubre de 1976.
El diario electrónico Notife.com informó ayer que el juez Rodríguez procesó a Facino "por entender que fue responsable de la desaparición de la profesora Alicia López. Y por primera vez imputó el delito de homicidio a un represor" en las causas que investigan el terrorismo de Estado en Santa Fe.
Facino ya está preso -con arresto domiciliario- en otra causa de la represión ilegal fue elevada a juicio oral y público a fines de enero último y en la que están imputados otros seis detenidos por delitos de lesa humanidad: el ex jefe del Destacamento de Inteligencia Militar 122, coronel Domingo Manuel Marcellini; el ex juez federal Víctor Brusa y cuatro ex policías santafesinos: los ex comisarios Juan Calixto Perizzotti y Héctor Romeo Colombini, el ex oficial de inteligencia Eduardo Ramos y la ex carcelera María Eva Aebi.
Alicia López era la esposa del abogado Luis Juan Rodríguez, ex militante de las Ligas Agrarias en los `70 y hoy juez penal de Sentencia Nº 3 de Santa Fe. El 21 de octubre de 1976 a la medianoche, un grupo de tareas allanó la casa del matrimonio, en Sargento Cabral 1345, en el barrio Candioti. Lo buscaban a él que ya estaba preso en la cárcel de Rawson. Pero se la llevaron a ella. "Era personal de las Fuerzas Armadas", denunció después la madre de Alicia, Lucía Delia Garrahan de López en un recurso de hábeas corpus. Una definición certera de la patota: ya se sabe que en Santa Fe operaba el Ejército, y más concretamente el Destacamento de Inteligencia Militar 122.
Después del operativo, Alicia apareció en la comisaría 4ª que estaba a cargo de Facino, pero bajo el control operacional del Ejército. Y varios testigos la vieron en los calabozos y dijeron haber hablado con ella: Raúl Pintos y Alejandro Faustino Córdoba (que ya habían dejado su testimonio ante la Conadep, en 1984 y después lo ratificaron ante la justicia), Eduardo Almada (que declaró en la causa que instruye el juez Rodríguez, el 29 de abril de 2003, antes de su fallecimiento), José Schulman y la ex esposa de éste, Graciela Roselló (que también declararon en la investigación). Y un ex policía de apellido Vázquez, que era el chofer de Facino en la comisaría 4ª y le dijo a Córdoba con quien se encontró en la cárcel de Coronda que "estaba seguro de que la habían matado".
Córdoba volvió a denunciar los suplicios de Alicia López ante el juez Rodríguez, en mayo de 2005. "En octubre de 1976 -dijo en un escrito que presentó ante el magistrado- trasladan a Pintos a la celda grande (de la comisaría 4ª) y en su lugar colocan a una persona a quien en un primer momento no pudimos identificar ni por su sexo, por la llevaban alzada y tapada con una frazada. La llevaba en brazos un oficial de Policía que ingresó con ella a la celda y al cabo de unos minutos salió solo y cerró la puerta. Unos días después se asomó por la ventanilla de la puerta, tomada de unos barros. Era una compañera, menudita, bajita, que dijo llamarse Alicia López, casada con Rodríguez, abogado de las ligas Agrarias del Chaco que ese momento estaba detenido en la cárcel de Rawson. Dijo que el policía que la había llevado a la celda la había violado en ese mismo lugar", relató Córdoba.
Hace tres, en marzo de 2005, otro de los sobrevivientes de la comisaría 4ª relató a Rosario/12 su encuentro con Alicia. "Yo fui detenido el 12 de octubre de 1976 por la patota del (fallecido ex jefe de Inteligencia de la Policía de la provincia, comisario Carlos Osmar) Rebechi y (Eduardo) Ramos", recordó José Schulman. "Estuve en una celda que daba al patio de la seccional 4º hasta mediados de noviembre que me trasladaron a la Guardia de Infantería. A fines de octubre, apareció en una celda muy pequeña, a la que nosotros llamábamos 'La tumba' que estaba a la derecha de la celda grande que daba al patio, una compañera que me llamó mucho la atención porque se desmayaba de un modo continuo. Eso nos preocupó mucho. Entonces, hablando a los gritos, de noche, le preguntamos qué le pasaba y ella nos dijo que era diabética, que necesitaba comer cada tres horas y como en la seccional 4º daban de comer una vez al día una comida poco proteica, una sopa de mierda con fideos, le bajaba el nivel de glucosa y se caía", concluyó Schulman.
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