Querellantes en las causas que investigan el terrorismo de estado en Santa Fe analizaban anoche la posibilidad de pedir el traslado a una cárcel común de un preso por delitos de lesa humanidad que dijo que los desaparecidos "son un invento" y la apropiación de niños "una mentira". El hecho ocurrió ayer en el Cuartel de Bomberos Zapadores, donde el ex oficial de inteligencia de la Policía santafesina, Eduardo "Curro" Ramos, presentó un libro de cuentos (Alguien tiene que contar), ofreció una conferencia de prensa y tiró frases como éstas: "Mienten cuando dicen que hubo 30.000 desaparecidos. No hubo 30.000 ni fueron desaparecidos. Los desaparecidos son un invento argentino", dijo. Y cuando le preguntaron sobre los niños apropiados, también lo negó: "Esa es otra de las grandes mentiras. Jamás hubo 500 niños desaparecidos en la Argentina como proclaman las Abuelas de Plaza de Mayo".

Las declaraciones provocaron un revuelo público. "Nos llamó la atención que un preso con las imputaciones que tiene Ramos pueda hacer una conferencia de prensa y decir las barbaridades que dijo", reaccionó anoche el abogado Horacio Coutaz, que patrocina como querellante en la causa a una de las víctimas del represor, Patricia Traba.

Ramos está detenido desde hace dos años en el cuartel de Bomberos Zapadores, donde espera el juicio oral que se podría realizar en los próximos meses. Otro de los detenidos es el ex juez federal de Santa Fe, Víctor Brusa, por que los demás imputados gozan del beneficio de la prisión domiciliaria.

"Primero, queremos ver si hubo una autorización del Tribunal Oral Federal, de qué manera se dio y para qué", dijo Coutaz a Rosario/12. "Los presos están a disposición del Tribunal Oral que puede autorizar o no, este tipo de manifestaciones. Pero me resulta raro. Yo trataba de acordarme y no recuerdo que un preso por delitos de lesa humanidad hubiera hecho una conferencia de prensa para decir las barbaridades que suele decir Ramos", agregó Coutaz.

En la presentación del libro, rodeado por las cámaras de TV, algunos reporteros y un puñado de sus amigos, Ramos tiró y tiró: "Es hora de decirles a los argentinos que nos dejen de mentir", proclamó Ramos, que está imputado por secuestros, torturas y asociación ilícita. "El pueblo no le tiene más confianza al gobierno. No me mientan cuando me dicen 'agrupaciones de derechos humanos'. No me mientan cuando me dicen que hubo 30.000 desaparecidos. No hubo ni 30.000 ni fueron desaparecidos. Si hubo represión quiere decir que hubo presión de las organizaciones guerrilleras de la época. A una presión le correspondió, por mandato popular (sic), una represión que el conjunto de la sociedad argentina intimó a las Fuerzas Armadas para que asumiera el poder e impusiera el orden", disparó.

-Pero el mismo Videla reconoció que hubo desaparecidos- preguntó uno de los cronistas.

-Los desaparecidos son un neologismo. Es un invento argentino rentable. No hubo desaparecidos porque me parece una falta de respeto a los que murieron del otro lado decirles desaparecidos, eran soldados. En esto voy a coincidir con Hebe de Bonafini (Madre de Plaza de Mayo), decirle desaparecidos era subestimarlos, fueron soldados y así debemos reconocerlos -contestó.

Ramos se permitió definir también distintas "clases de desaparecidos", como los llamó. "Hay desaparecidos como la doctora Carmen Argibay Molina (ministra de la Corte Suprema de Justicia de la Nación) que apareció y figuraba como desaparecidos. Están los desaparecido que viven en el exterior o en otras provincias con documentos falsos otorgados por al dictadura militar porque fueron traidores en sus organizaciones. Están los desaparecidos que fueron enterrados en los jardines de las propias casas donde operaban por la propia organización. Está el desaparecido que se tomó la pastilla de cianuro. Y están los desaparecidos que su propia organización guerrillera ejecutó, que fueron alrededor de 50, por traidores. Entonces, hablemos de muertos, no de desaparecidos. Porque parece que Dios creó el mundo el 24 de marzo de 1976".

-Hay familias que buscan a sus desaparecidos y no pueden encontrarlos. ¿Tienen alguna información para aportar para que esas familias puedan tener paz? ¿Dónde pueden estar esos niños desaparecidos? -insistió el colega de C&D.

-Esa es otra de las grandes mentiras. Jamás hubo 500 niños desaparecidos en la Argentina como proclaman las Abuelas de Plaza de Mayo. Y si no, vamos a la demostración.

-Los hubo, porque han aparecido.

-Sí, hubo niños, pero no 500.

-Pero esos chicos siguen desaparecidos.

-Las fuerzas armadas entregaron a los familiares 227 niños, esto consta, están en las pruebas. Eso de los 500 es una mentira, es para redondear números. Todo se lo triplica en la Argentina. Los 30.000 desaparecidos fueron 9.000. Nueve por tres: 27, entonces, hagamos 30.000 que es más lindo. Los niños desaparecidos ¿cuántos fueron? ¿doscientos? ¿cien? Bueno, multipliquemos por tres.

-Insisto: ¿usted tendría datos para aportar?

-No creo porque en un país insólito como el nuestro a los dos días te pueden derogar la ley de amnistía- concluyó Ramos.