La CGT Santa Fe comenzó a elaborar una propuesta para preservar fuentes de trabajo y evitar despidos y suspensiones por los efectos colaterales de la crisis internacional que presentará al sector empresario el lunes, en la reunión del Consejo Económico Social que el gobernador Hermes Binner convocó en la Casa Gris. "A los trabajadores no les sirve ni cobrar una indemnización ni tomarse unas 'vacaciones por crisis'. Los trabajadores necesitan mantener su fuente laboral, necesitan su trabajo y su haber mensual porque con eso sostienen a sus familias", dijo el líder de la CGT y diputado del PJ, Alberto Cejas. El documento será definido con otras centrales sindicales santafesinas ante el impacto del desplome financiero en la economía real de la provincia: los despidos anunciados por General Motors ﷓ahora pendientes por una conciliación obligatoria﷓, la cesantía de 450 trabajadores eventuales en la curtiembre Arlei, y los ajustes en frigorífico Finexcor, donde 485 obreros trabajan bajo el régimen de garantía horaria.

Binner convocó al Consejo Económico y Social el lunes, a las 18, para analizar la situación económica y laboral de la provincia que la viceministra de Trabajo, Alicia Ciciliani calificó como "preocupante". Los principales focos de conflictos afectan a la industria automotriz, las curtiembres (Arlei de Las Toscas despidió a 450 trabajadores y Sadesa de Esperanza ya había cesanteado a 200 en agosto por el cierre de una línea de producción), el sector metarlúrgico y los frigoríficos exportadores.

Ante este panorama, la CGT Santa Fe ﷓que integra el Consejo Económico y Social﷓ comenzó a definir una propuesta que formalizará en la reunión del lunes para preservar las fuentes de trabajo. "El despido de 500 trabajadores de la General Motors no es más que otra muestra de lo que venimos advirtiendo desde la CGT, que el costo de esta crisis lo iban a pagar los trabajadores", dijo.

Cejas advirtió que "los empresarios no pueden desconocer los esfuerzos que realizan los trabajadores por el crecimiento de la producción y de la actividad industrial". Sin embargo, "ciertos sectores del empresariado sigan optando por la solución más fácil frente a una potencial crisis y se valen de los despidos o suspensiones para mantener el equilibrio, lo cual deja claro el compromiso que tienen con la sociedad y nos remonta a un pasado reciente cuando el neoliberalismo, sin pudor alguno, aplicaba medidas de neto corte discriminatorio, decantando en la variable de ajuste más simple: el trabajador". Esa es "una de las más pesadas herencias de las políticas neoliberales aplicadas en los noventa, lo único que 'socializa' es la crisis y la merma en la rentabilidad, entonces, el que siempre termina gravemente perjudicado es el obrero", agregó.

Este es el panorama laboral en la provincia:

* Arlei. La curtiembre de Las Toscas despidió a 450 trabajadores eventuales que estaban contratados en su planta de Las Toscas. Y adjudicó el ajuste a la crisis internacional. "Esta situación afecta a los mercados financieros de todo el mundo y la industria curtidora argentina no es ajena a estos acontecimientos", expresó la empresa en un comunicado. "Ante este marco desfavorable, Arlei se ve afectada en forma directa, ya que exporta el 95 por ciento de lo producido, repercutiendo esto en el volumen de su producción que hoy se ve reducido en más de un 50 por ciento. Como consecuencia de esto nos hemos visto en la necesidad de reducir nuestra dotación de personal temporario y acelerar el ritmo de salida de vacaciones del resto del personal para minimizar los efectos de la crisis y tratar de asegurar la estabilidad de nuestra compañía".

De una plantilla de 1.500 obreros, Arlei ya prescindió de 450 ﷓entre ellos 390 que tenían contratos temporarios﷓, ofreció el retiro voluntario a 90 empleados jerárquicos y resta saber el destino de otros 150 trabajadores. Pero la caída de la producción de la curtiembre también impactó en los servicios de terceros: las empresas contratadas por la curtiembre (transporte, limpieza, seguridad, construcción y mantenimiento, entre otras) redujeron en más del cincuenta por ciento su personal, lo que significa que otros 150 trabajadores se quedaron sin sustento.

* Ingenio Las Toscas. Más de 250 obreros del ingenio azucarero se instalaron al costado de la ruta nacional 11 y realizan cortes parciales de media hora por mano durante todo el día en el acceso sur a la ciudad de Las Toscas, en el norte santafesino. Los trabajadores reclaman una deuda que mantiene con ellos el arrendatario de la empresa. El intendente de Las Toscas, Darío Vega, planteó su "preocupación" por el conflicto que ha llegado ﷓dijo﷓ a un nivel que el gobierno de Hermes Binner "deberá afrontar inevitablemente, ya que los aportes que se hicieron al sector azucarero en Las Toscas fueron ínfimos y extemporáneos".

* Frigorífico Finexcor: Unos 485 trabajadores de la planta de Nelson trabajan con garantían horaria o fueron obligados a tomarse vacaciones por la crisis, según denunció el Sindicato de la Industria de la Carne que notificó la situación al Ministerio de Trabajo de la provincia y se declaró en "estado de alerta y movilización". Los empleados con más antig_edad fueron tentados con el retiro voluntario.

Uno de los dirigentes del gremio, José Viñuela, adjudicó las decisiones de la empresa "a la incertidumbre reinante por la crisis económica internacional y los problemas para exportar la producción ante la falta de una política clara del gobierno nacional". La mayoría de los frigoríficos exportadores de la provincia "están aplicando vacaciones, suspensiones, garantías horarias y despidos a raíz del actual escenario económico nacional y mundial", agregó. El secretario general de la Federación de la Carne, José Fantini, dijo que el gobierno nacional "no debe permitir los despidos" y reclamó a los empresarios que "inviertan el dinero que han ganado en proteger a sus trabajadores. La crisis mundial empezó a causar efectos", pero los trabajadores "ya están acostumbrados a este tipo de situaciones porque el hilo siempre se corta por lo más delgado", agregó Fantini.

* SADESA. La curtiembre de Esperanza ya había cesanteado en agosto a 200 trabajadores al cerrar una línea de producción que exportaba a Estados Unidos y Europa. Sin embargo, dirigentes del Sindicato Obreros de la Industria del Cuero (Soic) revelaron que los despidos llegaron a 341. Mientras que el delegado del Ministerio de Trabajo en Esperanza, Miguel Solís, estimó que hubo una pérdida de 540 puestos de trabajo en los últimos seis meses, en distintos rubros. "Creo que no tocamos fondo, el panorama es muy preocupante y la presentación de acuerdos de despidos se repiten en nuestra dependencia", explicó Solís.