General Motors y los mecánicos nucleados en Smata arribaron ayer a un principio de acuerdo mediante el cual los 436 despidos de la planta de Alvear quedaron sin efecto y se convertirán en 160 suspensiones hasta diciembre de 2009. La automotriz y el gremio aún no se pusieron de acuerdo en torno a las condiciones del parate laboral: la multinacional pretende ir disminuyendo progresivamente esos salarios hasta abonar el 40 por ciento a partir de abril y el sindicato acepta "como límite" el 80 por ciento. Los delegados también reclaman que el personal suspendido vaya rotando para no afectar al mismo grupo durante un año. Ambas cuestiones se definirán hoy desde las 11 en la delegación local del Ministerio de Trabajo en la última jornada de la conciliación obligatoria. "De ser necesario se prorrogará, pero creemos que no hará falta", conjeturó la viceministra de Trabajo, Alicia Ciciliani para quien el escenario actual "es mucho más alentador que días atrás cuando se hablaba de despidos y la empresa se mostraba inflexible. La verdad, avanzamos mucho".

La de ayer fue otra jornada de largas negociaciones entre los representantes de la multinacional y del sindicato en la cartera laboral. "Si comparamos el escenario actual con la situación de hace un par de semanas, hubo un cambio sustancial, todavía falta pero ya no se habla de despidos. Eso para el gobierno es todo un dato para garantizar la paz social y reducir la conflictividad", reflexionó Ciciliani.

El secretario gremial de Smata Gabriel Bienucci confirmó a Rosario/12 que "los 436 despidos quedaron sin efecto, ahora la empresa habla de 160 suspensiones (todos de planta) hasta diciembre de 2009. Lo que resta definir es la modalidad en la que van a quedar esos compañeros".

Según el dirigente gremial, la multinacional pretende abonar parcialmente los salarios de los suspendidos, disminuyendo progresivamente el porcentaje: del ciento por ciento actual, pasando por el 80 antes de fin de año hasta llegar al 40 en abril. "Nosotros le adelantamos que sólo aceptaríamos cobrar el 80 por ciento, no menos de esa cifra. Lo vamos a discutir mañana (por hoy)", aclaró.

Otro planteo que llevará Smata al cónclave de hoy apunta a convertir en rotativas las suspensiones. "La idea es distribuir la carga de la manera más solidaria posible para que no caiga el peso sobre un pequeño grupo de empleados", explicó Bienucci. De acuerdo a la información que maneja el Ministerio de Trabajo, de los 160 trabajadores que General Motors pretende suspender, 40 están ya con licencia por enfermedad.

Bienucci admitió que "el punto en el que nos encontramos en la negociación es un avance. Pasamos de hablar de despidos masivos a suspensiones acotadas y todavía faltan cuestiones por acordar. Evidentemente no fue fácil para la empresa resistir nuestra presión, además de haber quedado demostrado que no tienen argumentos sólidos porque la crisis internacional todavía no los afecta". En rigor GM siempre aclaró que el ajuste lo iba a efectuar al comenzar diciembre al caerse la producción de uno de sus modelos.

De no arribarse hoy a un acuerdo el gobierno de Hermes Binner podría volver a prorrogar la conciliación obligatoria. "No descartamos utilizar las herramientas que tenemos sobre la mesa, pero creemos que no será necesiario. Se avanzó bastante y el clima de negociación fue mucho más distendido".

Cicialini dijo tener esperanza de que "mientras duren las eventuales suspensiones mejoren las situaciones del mercado y por ende la empresa convoque a trabajar al personal. De lo contrario vamos a proponer que los suspendidos reciban capacitación ya sea de la empresa o del Estado". Por otro lado se confirmó que los contratos provisorios que se venzan no serán renovados por la firma.