La dirección de Control Urbano de la Municipalidad de Rosario realizó ayer un procedimiento de decomiso de mercadería en 27 de Febrero y Río de Janeiro, desatando la protesta de los vendedores que arrojaron sandías y melones en plena vía pública para cortar el tránsito en el lugar. "No nos dejan trabar en paz, nos corren de todos lados y en este caso, hubo agresiones contra una persona discapacitada", dijo uno de los vendedores que destacó que "somos unas 80 familias las que vivimos de estas ventas". Por su parte, la municipalidad argumentó que el operativo "fue consecuencia de reiteradas denuncias del Mercado de Productores y del Mercado de Concentración Fisherton, alertando sobre la existencia de una red de comercialización clandestina fuera de todo ámbito de contralor sanitario y fiscal".

Según confirmó el director de Control Urbano, Aldo Fabucci, los puestos ambulantes de donde se intentó decomisar la mercadería "no cuentan con la habilitación correspondiente para permanecer en esa zona". Y agregó que "el procedimiento hace tiempo que se está llevando adelante, sobre todo por el tema de la salubridad, por eso fuimos acompañados por integrantes del Instituto del Alimento", expresó el funcionario.

Apenas llegaron los inspectores, los vendedores decidieron arrojar las frutas a la calle y protestar en defensa de sus puestos. La mayoría de ellos se instalan en esa zona temporalmente y son oriundos de diferentes

localidades de la provincia de Corrientes.

Los vendedores señalaron que "muchas veces quisimos tramitar algún tipo de habilitación, pero no nos llevan el apunte. Es evidente que acá los manda el Mercado de Productores, pero nosotros no molestamos a nadie, sólo queremos poder sustentar a nuestras familias, pero no nos quieren dejar trabajar en paz", se quejaron.

También la municipalidad alega haber recibido denuncias de vecinos se quejaron por inconvenientes derivados de la actividad, entre ellos olores nauseabundos por mercadería en mal estado. El subsecretario de Gobierno municipal, Fernando Asegurado, explicó con relación al procedimiento realizado en la mañana de ayer que "la Municipalidad recibió, durante los meses de octubre, noviembre y diciembre pasados, notas tanto del Mercado de Productores como del Mercado de Concentración de Fisherton planteando la preocupación por lo que ocurría en un predio de 27 de Febrero, entre Constitución y Río de Janeiro, donde se instalaban camiones con frutas que venían del norte del país".