En un tono en que se diferencia de los movimientos del gobierno nacional en materia de acuerdo de precios, el secretario de Agricultura y Ganadería de la provincia Daniel Costamagna dijo que esos acuerdos "no logran bajar el precio de las góndolas". Aunque valoró los objetivos antiinflacionarios se expresó contra las retenciones a los sectores cárnicos y de la producción lechera. Para el caso de la carne propuso renovar el sistema de comercialización de media res al que calificó de obsoleto por otro basado en los cortes o cuartos que demanda cada barrio, negocio o ciudad "según sus posibilidades". Una propuesta basada en fijar la siempre vigente estructura de los pedidos "más populares" -asado, picada, marucha y otros- y con el planteo de que no tengan que "subsidiar" a aquellos que son los requeridos por el mercado externo, como el lomo y el cuadril, y dejar estos apetecibles trozos para la exportación.

Costamagna valoró los acuerdos en los que está empeñado el gobierno nacional pero sostuvo que "es importante que se llame a las provincias productoras, que es necesario no desalentar las exportaciones" y en ese marco "reveer y reflexionar sobre el tema de las retenciones al sector de las carnes. Creemos que es necesario tener una política nacional que induzca a una mayor producción de carnes en el país", dijo.

Costamagna dijo que en la Argentina la carne aumenta porque la producción no alcanza debido a que "está muy tonificado el mercado interno que ya supera los 70 kilos por habitante y por año y porque además hay un fuerte componente de demanda externa". Entonces sucede que "baja para el ganadero, para la industria y todavía no se ve esa baja ni en las carnicerías ni en las góndolas de los supermercados. Es como que se ha hecho un colchón de precios que no se vio reflejado en lo que tiene que pagar el consumidor. Bajó el precio para el productor y el industrial pero no para el consumidor".

La propuesta desde la provincia es que se "modernice" el sistema de comercialización de carnes para readecuarlo de acuerdo a las demandas de cada carnicería de barrio, de supermermercados o de cada ciudad". Costamagna habla del reemplazo del "obsoleto" sistema de media res y a que se induzca al consumo por cortes o cuartos según las necesidades de cada lugar: "Eso permitiría que baje el precio en las góndolas porque lo que ocurre es que se está subsidiando los cortes de alto valor en el mercado externo". Daniel Costamagna se refiere a que podría bajar los cortes de consumo popular--asado, carne picada, pulpas- y que tengan una verdadera diferencia con los cortes más demandados por el mercado externo, el lomo, el cuadril y el bife angosto.

"De esta manera se atendería mejor el mercado interno sin desalentar las exportaciones" dice y como ejemplo pone el de un barrio más humilde donde se piden mucho el asado, la marucha, la carne picada, no se vende el lomo "y el carnicero termina malvendiéndolo en un precio con poca diferencia con los cortes que sí tienen demanda".

El funcionario provincial reiteró que acuerda con los objetivos del gobierno nacional en cuanto a poner freno a la inflación pero insiste en que se puede hacer "sin desalentar las exportaciones". Recuerda que durante el 2005 se produjeron 3.200.000 toneladas de carne de las que se exportaron 700.000, "el resto se consumió". Por eso insiste en que las propuestas concretas son las de modificar el sistema de comercialización, y la de inducir a una mayor producción.