Desde Santa Fe

"El balance ha sido positivo". El intendente Mario Barletta tuvo que poner la cara ante la bronca de miles de santafesinos -y hasta los insultos amplificados por algunas radios por el diluvio del fin de semana. Fueron 200 milímetros en catorce horas que colapsaron calles y avenidas del norte de la ciudad, inundaron decenas de barrios y dejaron sin luz a la mayoría. Más de 300 personas tuvieron que ser evacuadas y aún ayer, a 48 horas del desastre, alrededor de 90 seguían en los refugios. Barletta descargó culpas en la masa de agua de la zona de Recreo y Monte Vera que invadió el norte de la capital, le tiró a la EPE por los apagones y se adjudicó un supuesto gran mérito: "La ciudad ha demostrado que ante una lluvia importante recuperó su estado habitual en poco tiempo: en quince horas", dijo.

"En menos de 18", lo corrigió su secretario de Obras Públicas, Roberto Porta. "Bueno, en menos de 18 horas, la ciudad se normalizó en la mayoría de los lugares que habían sido anegados", se jactó el intendente, quien especuló también que en otros tiempos, con una lluvia de esta magnitud, la crisis se hubiera extendido por más de una semana.

A la mañana, las crónicas de algunos movileros que recorrían los barrios inundados hervían de insultos y burlas al intendente. Cerca del mediodía, Barletta copó la escena mediática y contó la historia oficial. "La ciudad ha demostrado que ante una lluvia de importante intensidad, en relativamente poco tiempo vuelve a recuperar su estado habitual. Los barrios que resultaron más afectados por las intensas lluvias de la madrugada del sábado volvieron a la normalidad en unas 18 horas, cuando en épocas anteriores el agua permanecía en las calles o en las viviendas durante una semana. Esta es la parte más positiva en la evaluación de estas precipitaciones", señaló Barletta.

El intendente dijo que la ciudad respondió bien, de acuerdo a la capacidad y la infraestructura que tiene, que es muy superior a la que había hace un par de años. El sistema de bombeo funcionó a pleno, dijo. "Esto no quiere decir que no haya inconvenientes, que no haya razones para la ciudadanía plantee demandas y se ponga de mal humor en determinados momentos. Pero creo que la gente, cuando pasó el problema y vio que el agua se retiraba con bastante rapidez, lo reconoció", se ilusionó. Al parecer, no escuchó la seguidilla de insultos al aire.

No obstante, Barletta reconoció que hay cuestiones que se deben reajustar y revisar. "En toda la zona de la costa hubo dificultades que son producto de las napas freáticas muy elevadas", planteó.