La Coordinadora de Trabajo Carcelario (CTC) alertó ayer sobre la falta de agua potable en la cárcel de Las Flores, de Santa Fe, que si bien se viene produciendo desde hace varios meses, se agravó el último fin de semana, cuando "prácticamente se quedaron sin agua para el consumo y la limpieza".

"El problema no es nuevo, pero más grave aún es que durante las visitas asisten numerosos niños y es imposible usar la escasa agua que sale para higienizar el lugar, con las consecuencias de baños y letrinas en malas condiciones y falta de agua potable para tomar, en pleno verano", explicó Lilian Echegoy, de la CTC.

"Esta situación la padecen no sólo los reclusos, sino también los empleados del penal que trabajan en condiciones infrahumanas -señaló la dirigente-, y como ya fueron notificados los distintos organismos oficiales, las autoridades y la secretaría de Derechos Humanos, sin que tengamos respuesta, ahora lo hemos hecho público y pedimos una reunión con el secretario de Asuntos Penitenciarios de la provincia, Leandro Corti, para que resuelva el problema a la brevedad".

La CTC sostiene que "la falta de agua se debe a problemas de infraestructura que han llegado al límite, ya que las circunstancias relatadas constituyen lisa y llanamente un agravamiento de la condiciones de detención".

"El abastecimiento de agua potable insuficiente e inadecuada implica riesgos y representa un problema constante sobre la salud de la población de esta unidad carcelaria -afirmó Echegoy- y el acceso al agua potable es un derecho básico, individual y colectivamente inalienable".