La foto del senador Rubén Giustiniani con sus colegas Carlos Menem y Carlos Reutemann provocó ayer una fractura política en el Frente Progresista. El diputado provincial Marcelo Brignoni renunció a la bancada oficial y a todos los cargos que ocupaba en las comisiones internas de la Cámara, enojado por la participación de socialistas y radicales en la nueva alianza anti K en el Senado de la Nación. "El Frente Progresista tuvo distintas miradas sobre lo nacional, pero la foto de hoy, con Giustiniani abrazado a Reutemann y Menem para desestabilizar al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner es la consumación de una esperanza rota", dijo Brignoni, que ahora integrará un bloque unipersonal y dejará al oficialismo con 27 bancas.

Ya a la mañana, la Presidenta le había pasado al gobernador Hermes Binner y al socialismo la factura política por integrar "un rejunte" con Menem y Reutemann. Incluso, calificó la alianza anti K como una "mayoría muy sui generis", donde conviven "sectores enfrentados en Santa Fe -en obvia referencia a las peleas entre Binner y Lole y a quien dirigió durante diez años la República Argentina en la década del 90". "Y es más, están junto al que declaró el default y quiere que sigamos sin pagar", dijo Cristina en alusión al senador Adolfo Rodríguez Saá. "Eso no se llama mayoría, se llama rejunte político que sólo quiere obstruir y que las instituciones no funcionen", agregó.

Poco después, Brignoni descalificó la foto del presidente del Partido Socialista con Menem, Lole y "Chiche" Duhalde. "Es muy triste ver a Giustiniani en el mismo bloque que Reutemann y Menem", dijo el legislador. Y acompañó la crítica con un gesto: renunció al bloque del Frente Progresista y a todos los cargos que ocupaba en las comisiones de la Cámara, entre ellas la comisión bicameral de Acuerdos que dictamina sobre el pliego de los jueces.

Brignoni formará un bloque unipersonal de su partido: Encuentro Democrático (EDE), que lidera el diputado nacional Martín Sabatella y dejará al oficialismo con 27 votos. Brignoni se lamentó por el quiebre: "Es cierto que como todo espacio plural, el Frente Progresista tuvo distintas miradas sobre lo nacional, pero la foto de hoy, con Giustiniani abrazado a Reutemann y Menem para desestabilizar al gobierno nacional, es la consumación de una esperanza rota".

"Allá por 2003, junto a Binner, (el dirigente de la CTA), Miguel Paulón y un reducido núcleo de compañeros, sentamos las bases de una esperanza destinada a terminar con el reino del menemismo reutemismo en Santa Fe -recordó Brignoni-. Imaginábamos que con Binner gobernador llegaría la hora de terminar con la herencia menemista, enquistada en esta provincia que prohijó a uno de sus hijos dilectos. Pero dos años y algunos meses después, asistimos a un triste espectáculo, organizado por los monopolios y del que forman parte algunos de aquellos con los que compartimos sueños, proyectos e ideales".

"A una serie de conflictos que el propio gobernador Binner calificó como los mas graves de la vida democrática (docentes en huelga, empleados públicos movilizados, hospitales con trabajadores de la salud indignados, municipales paralizando todas las localidades de la provincia, intendentes clamando fondos para afrontar erogaciones corrientes), se le opone una actuación al menos sinuosa de Giustiniani que como candidato se comprometió a sostener sus convicciones contra viento y marea, enarbolando su versión de un socialismo con respuestas integrales, y hoy se nos muestra tristemente un maridaje con sectores claramente golpistas".

"Hoy vemos que de aquel entusiasmo primigenio que Binner instaló en la provincia y para el que muchos trabajamos, aparece hoy trágicamente la imagen de Giustiniani, Menem, Reutemann y Jorge Obeid, mezclados y sonrientes para la foto, compartiendo el antidemocrático objetivo de desestabilizar al gobierno nacional. La realidad más cruda ha vencido una vez más a los sueños. Las ilusiones han vuelto a desvanecerse una vez más en el aire", concluyó Brignoni.