El director provincial de Pueblos Originarios y Equidad, Raúl Britos, estimó en dos mil viviendas la demanda de las comunidades indígenas en todo el territorio santafesino. De este modo, el funcionario aseguró que los 500 núcleos habitacionales que se construirán para una de las comunidades qom (Toba) de Rosario, significan "un muy buen comienzo para enfrentar las necesidades de las 150 étnias que viven en Santa Fe". Según esos cálculos, las casas que construirá la Fundación Madres de Plaza de Mayo con dinero nacional cubre la cuarta parte de las necesidades de los pueblos aborígenes residentes en la provincia. "Esta concreción llevó mucho trabajo a los impulsores del sueño. Pasaron más de veinte años y hubo muchas postergaciones, pero hoy es un hecho", apuntó Britos, quien remarcó que el gobierno provincial ya empezó a trabajar en nuevos planes de viviendas. "La idea es llegar al resto de las comunidades", dijo. Este año podrían entregarse otras 150, financiadas por Santa Fe, en el marco del plan Vivienda Rural y Pueblos Originarios.

Britos se manifestó "profundamente emocionado" durante la presentación oficial del plan Barrio Travesía. "Empecé a darle clase a los vecinos de esta comunidad en 1989, bajo los árboles del barrio. Lo que se está empezando a concretar ya era un sueño en esa época. Cuando nos tocó asumir en este gobierno, éste fue unos de los primeros objetivos", comentó.

Britos también subrayó el trabajo de la provincia, a través de tareas conjuntas con la Dirección Provincial de Viviendas y Urbanismo. La intención es "cubrir las necesidades" de los habitantes aborígenes y sus culturas desde "la localidad de Florencia a Murphy; y de San Javier a Rafaela", apuntó Britos. Sobre este trabajo mancomunado, denominado Vivienda Rural y Pueblos Originarios, mediante el cual "las viviendas precarias pasan a ser dignas", Britos comentó que en un principio, tienen pensado llegar a la ciudad de Reconquista, donde residen una comunidad qom y otra mocoví. "La idea es realizar en principio 40 viviendas, siendo 20 para cada comunidad. Ahora, se está finalizando el proceso de planificación y prototipo de vivienda".

En tanto, Britos remarcó que estos trabajos apuntan no sólo a la construcción de viviendas. "Hay que mejorar la calidad de vida de los pueblos. Nuestro proyecto es una intervención urbanística, de integración y autoconstrucción. Las familias que van a participar, también cobran por realizar esas tareas y son coautores de la iniciativa", explicó.

El objetivo del proyecto es edificar 157 viviendas financiadas por la provincia, distribuidas en Reconquista (40), San Javier (16), Los Laureles (20) Berna (26) y Helvecia (15); mientras que en el nodo sur, serán 20 viviendas para una comunidad colla en Firmat y otras 20 en Alcorta. Además, el funcionario adelantó que próximamente comenzarán a trabajar en localidades como Las Toscas y Tostado. En esas localidades, equipos de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) realizan tareas "para que el servicio de luz les llegue a todos".

Además, los propios integrantes de las comunidades participan de las decisiones sobre la arquitectura que tendrán las viviendas y el prototipo de las mismas. "La idea es que la gente que va a habitar las casas discuta sobre cómo prefieren que sea la distribución según sus costumbres: algunos prefieren patios compartidos; otros, un fogón en lugar de una cocina. Dentro del marco de urbanización lógico, ese espacio les permite participar". dijo Britos.

El área provincial que debe garantizar los derechos de los pueblos indígenas en el territorio santafesino avanza también en el tema de la restitución de tierras. Al respecto, Santa Fe posee dos leyes, la 12.086, "que está ejecutada por la Secretaría de Municipios y Comunas, donde hay una mesa funcionando con representantes de cinco comunidades diferentes", indicó Britos, quien recordó que "en ese marco, se restituyeron tierras en algunas comunidades de Recreo". Al mismo tiempo, la provincia está "arrancando con el proceso en las localidades de Florencia, Santa Fe, Firmat, Helvecia y San Javier, porque es un trabajo permanente", dijo. Además, el año pasado Santa Fe aprobó el Registro Unico de Comunidades Aborígenes, que reconoce a los pueblos originarios su reclamo histórico de preexistencia cultural y étnica, y les permite poner a su nombre las tierras ocupadas históricamente. "Con todo esto, el gobierno provincial demuestra que aquellos proyectos de hace dos años y medios, hoy tienen contenido y están funcionando", afirmó el funcionario provincial.