Jorge Obeid quedó envuelto ayer en una polémica por justificar la discriminación ideológica del historiador José Ignacio García Hamilton, a quien el gobierno de Fidel Castro le prohibió el ingreso a la isla hace diez días. El gobernador dijo que Cuba "tenía todo el derecho del mundo a no admitir en su territorio a una persona que viene trabajando con los grupos disidentes" a Fidel y ayer volvió a ratificar ese concepto, por segunda vez en 48 horas. Hamilton replicó con dureza, consideró las expresiones de Obeid "peligrosas" y "desafortunadas" y hasta se permitió una ironía. "Con el criterio del gobernador, si yo voy a Santa Fe y hablo con un socialista o un radical me van a echar de la provincia. Espero que ese no sea el caso", apuntó. El contrapunto impactó en el arco opositor santafesino, donde el diputado nacional Hugo Storero disparó: "Lo que más preocupa es un oculto sentimiento autoritario e intolerante del gobernador, ya que si la sola calificación de opositor es condición suficiente para impedirle a alguien el acceso y el tránsito a un territorio, nos preguntamos qué pasa en la provincia", dijo el legislador.

Ya la semana pasada, Obeid había ponderado la decisión de Cuba de prohibirle a García Hamilton el ingreso al país. "Estuvo bien. El gobierno de Fidel tiene todo el derecho del mundo a decirle: 'usted acá no puede entrar porque viene a hacer política en contra'", explicó el gobernador.

"Yo soy un amigo del gobierno de Cuba, tengo una relación de amistad con Fidel Castro y de respeto por un pueblo que lucha hace 40 años por reafirmar su soberanía y su identidad. El general Perón era un amigo de Cuba y de Fidel. Y más allá del profundo respeto intelectual que tengo por García Hamilton, he leído con mucho interés sus obras y me parece un excelente escritor. Ahora, ante una pregunta por su actitud frente al gobierno cubano, yo he dicho que Cuba tiene derecho a reservarse a admitir o no a una persona que venía trabajando con grupos disidentes en una situación muy especial como la de Cuba, un pequeño país, jaqueado y agredido constantemente por una potencia imperial como Estados Unidos. Cuba tiene derecho a defenderse, como García Hamilton tiene el derecho a estar en contra de Cuba. Cada cual defiende sus intereses", insistió Obeid.

El retruque de Hamilton resonó ayer por emisoras de Rosario y Santa Fe. "La opinión del gobernador me parece muy peligrosa. Me sorprende, porque así también podría justificar que no me dejen entrar a Santa Fe si voy a reunirme con un radical o un socialista", consignó.

"Me sorprendió que mientras en Cuba hay gente que busca una apertura, en la Argentina exista un gobernador que después de 23 años de democracia justifique y avale una medida de restricción de mi libertad ambulatoria como la que tomó el gobierno cubano conmigo. Después de más de 20 años de democracia, vemos que hay gente más papista que el Papa", ironizó el escritor.

-¿Usted charlaría con el gobernador? --le preguntaron a García Hamilton en LT9.

-Por supuesto. Yo creo en el diálogo, en la convivencia. Nunca he conversado con él, pero conversaría. Lógicamente, para decirle esto que estoy diciendo.

-Obeid ha demostrado un gran afecto por Castro, sus declaraciones podrían ser más producto de ese afecto que de una posición política.

-Es posible, pero yo no puedo juzgar intenciones. Lamento que en las esferas de poder no impere un principio de tolerancia y de respecto. Con este criterio, si voy a Santa Fe y converso con un socialista o con un radical me van a expulsar de la provincia, entonces sería una negación tremenda de la libertad. Espero que no sea el caso. Pero lamentablemente, la historia del siglo XX, la dictadura stanilista, el fascismo en Italia y el nazismo en Alemania han mostrado que cuando las palabras son duras, generalmente después vienen los hechos.

- Si Cuba lo saca de la lista negra, ¿usted viajaría nuevamente a la isla?

-Con mucho gusto, hoy mismo. Yo he vivido, como ha vivido el gobernador de Santa Fe, etapas duras, con persecuciones a los disidentes. Incluso, el grupo al que pertenece el gobernador sufrió el terrorismo de Estado, sufrió discriminaciones, persecuciones. Por eso hay que estar siempre alertas para que eso no vuelva a pasar. Así que viajaría hoy mismo a Cuba y si tuviera que conversar con Fidel lo haría porque sería un privilegio histórico convsersar con él, pero tampoco dejaría de hablar con los disidentes y llevar un mensaje de libertad, de convivencia, de pluralismo.