Accidentes con heridos graves, caos de tránsito en el microcentro, colapso en el sistema de desagües, decenas de barrios y viviendas anegadas en el cordón oeste y hasta una escuela de chicos no videntes que se quedaron sin clases, fueron las algunas de las secuelas del temporal de ayer. Una lluvia de 22 milímetros en muy poco tiempo fue suficiente para agitar los viejos fantasmas de la catástrofe del río Salado y convertir a la ciudad en un coro de quejas y penurias.

La escuela especial Nº 2075 "Dr. Edgardo Manzitti", en las cercanías del lago del Parque Sur, fue una de las más afectadas: un desagüe sin terminar convirtió a la escuela en una laguna. "La laguna Manzitti", comentó una colega de la emisora LT10. "No, la laguna Balbarrey", la corrigió el padre de un alumno. Una ironía para el intendente de Santa Fe, Martín Balbarrey.

Los problemas habituales se reavivaron en el cordón oeste, arrasado en las inundaciones del 29 de abril de 2003, pero esta vez también colapsó el sistema de desagües en el microcentro. En plena calle Mendoza, a metros de la peatonal San Martín, los comerciantes cruzaron un vehículo en la calzada para evitar el paso de ómnibus y que el oleaje hiciera estragos en el interior de los comercios. En otra esquina clásica: Primera Junta y 1º de Mayo, frente a la Plaza San Martín y a la Jefatura de Policía de la provincia, el nivel del agua superó las ruedas de los autos.

Las voces de protesta se levantaron también en otros barrios, como Candioti Norte, donde los árboles cortaron cables de energía con el grave riesgo para los vecinos.

La escuela Manzitti quedó rodeada por el agua, debido al intenso aguacero que provocó el corte de energía eléctrica en el edificio. "El agua bordea la vereda y barro es constante. Esto es terrible, no hay palabras para describirlo", dijo una docente ganada por la impotencia. Ya que hay antecedentes de paredes electrificadas en la escuela, así que las autoridades decidieron cortar el suministro de energía para evitar accidentes. Y no hubo clases. "Esta es la laguna Manzitti", bromeó una periodista. "No, la laguna Balbarrey", corrigió el padre de un alumno.