El Tribunal Oral Federal de Santa Fe condenó a un empresario rafaelino a una pena en suspenso de 2 años y 6 meses de prisión por evasión impositiva en el pago del IVA por un monto cercano a 1.250.000 pesos.

La causa se inició en el 2004 con una denuncia de la Afip, que probó maniobras realizadas para evadir el pago. El alto tribunal estuvo integrado por María Ivón Vella, José María Escobar Cello y Ricardo Vázquez, quienes leyeron la resolución en la cual condenaron al empresario Raúl Zimmermann, a 2 años y seis meses de prisión, aunque los argumentos de la sentencia serán leídos el 26 de abril próximo.

Zimmermann llegó a juicio oral con un procesamiento del juez federal de primera instancia Francisco Miño, quien el 9 de noviembre de 2005, lo encontró autor penalmente responsable de la presunta comisión del delito de evasión simple de tributos en períodos fiscales que van entre 1999 y el 2001.

"La maniobra dolosa consistió en imputar ventas realizadas a compradores no acreditantes de su condición frente al IVA como si fueran inscriptas, facturando 21% en lugar de 31,5% y omitiendo en consecuencia el ingreso del saldo del 10,5%, a favor del fisco (un comprador, incluso, estaba fallecido al momento de la presunta operación)", indicó el mencionado magistrado federal.

En la víspera, el enjuiciado declaró por primera vez en la causa frente a los jueces del Tribunal Oral y dio cuenta de la situación que lo llevó a realizar las maniobras detectadas por la Afip, aunque no divulgó quiénes fueron los verdaderos compradores de las ventas que realizó.

Zimmermann intentó justificar su accionar afirmando que lo hizo por una cuestión de competencia con otras cervecerías, ya que el propio imputado tuvo en un tiempo la distribución de la marca Quilmes en la zona de Rafaela.

El empresario indicó que tomó la decisión de comercializar fuera del área de cobertura que le había asignado Quilmes, con mejores precios que sus competidores.

Declararon ante el tribunal, propuestos por el Ministerio Público Fiscal, dos contadores de la Afip que fiscalizaronlos movimientos de la firma del empresario rafaelino.

También ofreció su testimonio un empleado de la firma que desmintió que haya existido alguna dificultad económica en la empresa y que se haya vendido a una firma uruguaya, como surge de la investigación del organismo tributario nacional.

En los alegatos, el fiscal general ante el TOF, Martín Suárez Faisal, mantuvo la acusación y pidió una pena de 3 años de prisión.

El representante del Ministerio Público dijo que "al cabo de cada mes, específicamente en los últimos días hábiles, la empresa de Zimmermann confeccionaba facturas falsas en las que figuraba todo lo que había vendido a sujetos no identificados, registrándola bajo un número de cliente "creado" por la misma empresa que iba del 9.001 a 9.026, que eran en todos los casos responsables inscriptos frente al IVA y que, por lo tanto, conforme la normativa tributaria vigente, en dichos casos no se debía pagar el impuesto del 10.5% que se evadió".

Suárez Faisal también se refirió al imputado diciendo que "siempre gozó de una posición económica y social privilegiada, que no se trata de un excluido social que haya tenido carencias formativas o afectivas, por el contrario, que siempre tuvo una vida afortunada".

"La firme posición de la que gozaba le permitía estar perfectamente preparado para acomodar sus conductas a las normas de convivencia y evitar el delito, pero el decidió no hacerlo y es por eso que el reproche debe ser mayor", resaltó el fiscal en sus alegatos.