Los internos de cuatro pabellones de la cárcel de Piñero comenzaron ayer una huelga "seca" (sin ingesta de líquidos) ante la falta de respuesta del gobierno provincial a los reclamos planteados en "salud, educación y trabajo". Al cierre de esta edición, se negociaba para que los internos depongan su actitud.

El comunicado firmado por los delegados de los cuatro pabellones señala que "en virtud de la medida pacífica iniciada el 4 de abril es que ponemos en debido conocimiento a la autoridad máxima del penal que ante la indiferencia por parte de la dirección general del Servicio Penitenciario en resolver las verdaderas cuestiones de fondo ya manifestadas oportunamente por el cuerpo de delegados, nos vemos tristemente en la obligación de adoptar, las siguientes medidas":

Desde ayer, no ingerir líquido alguno. No recibir las visitas durante la semana. No recibir visitas el día domingo. La protesta involucra a los pabellones 1, 3, 7, y 8.

Según los internos "con esta medida intentamos hacer reflexionar a las autoridades del gobierno que con su eterno silencio empuja despiadadamente al grito agónico y desesperado de los reclamos que se quieren acallar"

Remarcaron que "la solidaridad de los otros pabellones se mantiene mediante el paro de talleres". Y apuntaron que "como resultado de la huelga de hambre hubo varios internos de los pabellones 3 y 4 que debieron ser internados".

La Coordinadora de Trabajo Carcelario presentó ayer ante el juzgado de instrucción Nº 11, donde tramita el habeas corpus presentado por la defensoría general Nº 7 "por la situación de agravamiento de las condiciones de detención", la denuncia sobre la situación generada en la Unidad Penitenciaria de Piñero.