El juez federal de Santa Fe, Reynaldo Rodríguez, ordenó ayer la detención del ex jefe del Area 212, coronel Juan Orlando Rolón, para indagarlo por violaciones a los derechos humanos durante la dictadura después de una batalla judicial de un año en la que el represor intentó ampararse en las leyes de obediencia debida y punto final para zafar del banquillo y eventualmente de la cárcel. Rolón nunca rindió cuentas por los crímenes de la represión ilegal en Santa Fe: hace un año, Rodríguez llegó a ponerle fecha a la indagatoria ﷓5 de abril de 2005﷓, pero después la suspendió ante la batería de recursos que planteó la defensa. Ahora, con el camino despejado, el juez firmó la orden de arresto de Rolón, pero el Ejército le informó que éste se encuentra internado en el Hospital Militar de Buenos Aires y será difícil su traslado a Santa Fe para que comparezca ante la Justicia, por lo menos en las próximas horas.

Rolón es el noveno detenido en la causa por la represión ilegal en Santa Fe. Los otros son dos militares y ex jefes del Destacamento de Inteligencia 122: el coronel Domingo Manuel Marcellini y el suboficial del Ejército, Nicolás Correa (quien llegó a ser el número dos de la Subsecretaría de Seguridad Pública de la provincia en el primer gobierno de Jorge Obeid). El ex juez federal Víctor Brusa. Y cinco ex policías: los ex comisarios Mario Facino, Juan Calixto Perizzotti, Héctor Romeo Colombini, el ex oficial de Inteligencia, Eduardo Ramos y la ex carcelera María Eva Aebi. Sólo tres de ellos están en la cárcel: Brusa y Ramos en el cuartel de Bomberos Zapadores y Aebi en la Estación del Tránsito; los otros cinco cumplen prisión domiciliaria por edad avanzada.

El juez Rodríguez pidió un informe a los médicos del Hospital Militar que atienden a Rolón para saber exactamente cuál es el estado de salud del represor y si podría ser trasladado a Santa Fe para la indagatoria. El magistrado espera una respuesta en 24 horas.

El arresto de Rolón y su llamado a indagatoria es directa consecuencia de un fallo que el doctor Rodríguez firmó a mediados de marzo, cuando rechazó un pedido de prescripción de la acción penal planteado por la defensa por considerar que los delitos que pesan sobre el militar son de lesa humanidad, y por lo tanto, imprescriptibles. Rolón había esgrimido un fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que lo exculpó hace 17 años ﷓en 1988﷓ bajo el paraguas de las leyes de obediencia debida y punto final, pero el juez de Santa Fe interpretó que esas normas son inconstitucionales y en consecuencia debería rendir cuentas por los desaparecidos en el centro norte de la provincia.

Hace dos semanas, 32 querellantes y denunciantes de crímenes de lesa humanidad se entrevistaron con el ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Ricardo Lorenzetti, a quien le pidieron mayor celeridad en las causas que investiga el juez Rodríguez y se impute el delito de "homicidio" a los responsables de la represión ilegal en los '70. El escrito fue acompañado por una lista incompleta de 69 víctimas del terrorismo de Estado ejecutadas, en muchos casos, con un "tiro de gracia", según pruebas recolectadas por la Conadep, el Archivo Nacional de la Memoria y el Equipo Argentino de Antropología Forense. La entrevista con el doctor Lorenzetti se realizó en un paréntesis de la Conferencia Nacional del Jueces que deliberó en la capital santafesina con la presencia de unos 500 magistrados de todo el país, entre ellos el propio doctor Rodríguez.

Entre otras cosas, el documento planteó las amenazas que recibió el juez de Santa Fe después de que éste llamara a indagatoria "a los principales responsables de la represión ilegal": Rolón y el coronel Marcellini. Marcellini ya compareció, está procesado como autor ideológico y cumple prisión domiciliaria. Rolón aún no pasó por el banquillo.

Rolón jefe de Inteligencia del Segundo Cuerpo hasta noviembre de 1976 -cuando el comandante era el general Ramón Genaro Díaz Bessone- y después asumió como jefe del Area 212 en Santa Fe, ya con Leopoldo Galtieri al frente del Ejército, en Rosario. En 1979, al pasar a retiro, se desempeñó como ministro de Bienestar Social de la provincia durante algunos meses.