La familia de un hombre de 27 años que trabajaba en un campo de Vera, al norte Santa Fe, denunció que murió luego de manipular agroquímicos. Se trata de Néstor Vargas, cuya causa de fallecimiento, está siendo investigada por el juez Correccional de Vera, Eduardo Germán Fabbro. Adriana (ver imagen de TV), la esposa de Vargas, madre de cinco hijos, relató que su marido se descompensó después de manipular agroquímicos, y que su patrón le prestó escasa atención, a lo que se sumó la desatención de una médica del hospital local. Este último hecho derivó en la apertura de una sumario administrativo.

La muerte de Vargas ocurrió la madrugada del miércoles 19 de octubre, en el hospital Cullen de Santa Fe, pero el caso se remonta al jueves 13, cuando el trabajador se descompuso en su lugar de trabajo, y obtuvo como respuesta un antigripal y antifebril de parte de su empleador, según relató su esposa. "Néstor comenzó el jueves 13, alrededor de las 12.30, a bajar los venenos, los agroquímicos. A las 13.30 vino a comer y a las 15 vino el patrón y se fueron a sembrar. Cuando vino a la tarde ya le dolía el cuerpo, se acostó y empezó con fiebre, volaba de fiebre y no había forma de bajársela. Ese día estuvo así de punta a punta, haciéndole paños de agua fría. Entonces vino su patrón que es el encargado del campo, y le pedí que lo llevara al médico pero no quiso, le trajo una pastillas para al gripe y la fiebre, porque dijo que no era nada. Como no las toleraba le di dos y nada más, el viernes decidimos traerlo al médico por nuestros medios, porque su patrón no hacía nada".

Ante el agravamiento del cuadro, la mujer solicitó un remis para que lo llevara hasta el hospital de Vera. Según difundió el portal de noticias Info Vera, Vargas "presentaba un cuadro de vómitos y fiebre" y habría sido "enviado a su casa" tras suministrarle un inyectable en ese centro de salud.

Según Rosa Vargas, hermana de la víctima, a Néstor "le dolía el pecho, se le cerraba y no podía respirar", y apuntó contra personal del hospital de Vera. "Eso es lo que a uno le duele, porque muchas veces nos pasó y nos callamos, pero hasta acá nomás porque hay una muerte de por medio y quedaron cinco criaturas sin padre; para qué están los médicos", reclamó la mujer.

Así pasó todo el fin de semana, hasta que requirió la asistencia de otro profesional, que lo atendió en forma particular. Tras el chequeo, el médico ordenó el inmediato traslado a la capital provincial. En el Cullen quedó internado en terapia intensiva, pero a esa altura la situación era irreversible. La causa última de la muerte habría sido un paro cardiorrespiratorio, pero el juez Fabbro investiga si existió efecto previo de alguna sustancia nociva, como los agroquímicos.

Por su parte la agrupación Encuentro por los Derechos Humanos expresó su solidaridad con la familia. Bajo el lema "¡Basta de envenenarnos!", desde el espacio social se preguntaron: "¿Cuántos Néstor Vargas más tendrán que sucumbir ante el descontrol de venenos que son manipulados y aplicados ya sea por los mismos productores o por sus peones, con consecuencias nefastas para su salud y la de sus vecinos?".

"Casos como el de Néstor fueron tomados en cuenta por el Poder Judicial, en Santa Fe y en Chaco, para prohibir la aplicación de glifosato a menos de 800 y 1.000 metros respectivamente de las poblaciones. Pero en general los poderes Legislativo y Ejecutivo y sus funcionarios cierran filas con el discurso de las "buenas prácticas", junto a los fabricantes y vendedores de agrotóxicos, sosteniendo que "el uso responsable de los mismos garantiza su inocuidad, en tanto que las prácticas suelen ser sumamente negligentes en la realidad".