En las últimas horas que le quedan como gobernador, Hermes Binner elude polémicas y su discurso es previsible e impenetrable, como lo ha sido tantas veces, a excepción de cuando desea divulgar algo en especial. Esta vez no. Sin elecciones a la vista, con la interna socialista saldada, la paz firmada en el Frente Progresista, una buena imagen de su gestión y todo un nuevo período para gobernar Santa Fe y Rosario, no hay motivos para patear hormigueros. Hasta cuando se le pregunta por la oposición que le tocó, afirma que ha estado bien. No hay reproches.

El primer gobernador socialista del país resumió, en diálogo con Rosario/12, que el mejor logro de su mandato ha sido el Plan Estratégico Provincial y la forma en la que se lo discutió, en asambleas públicas, de acuerdo a las cinco regiones en las que dividió la Bota. La asignatura pendiente que reconoce es la escasa respuesta en cuanto a política de vivienda, aunque le echa la culpa de ese déficit a la falta de crédito en la economía nacional y a sus antecesores que privatizaron el Banco Provincial. El único atisbo de autocrítica manifiesta pasó por la incapacidad del Frente Progresista de generar consenso para reformar la Constitución. Y no encuentra muchas diferencias en cuanto a los lugares concedidos a los socios de la coalición gobernante durante su gobierno y en el gabinete que formó Antonio Bonfatti.

"El cambio no se detiene conmigo. La idea es que el deseo de cambiar continúe porque eso le da vitalidad a la función pública, tanto como escuchar a la gente. Y esto ha sido fundamental en el Plan Estratégico, al regionalizar la provincia, acercar el gobierno a la gente, fomentar su participación y así establecer prioridades en las obras y las necesidades de cada región", analizó Binner.

El gobernador consideró que ese conjunto de proyectos "significó un cambio en la forma de gobernar, mucho más simple y directa". En su opinión, "en cada pueblo y ciudad crece un cambio cultural, una forma distinta de relacionarse con el Estado".

La falta de mecanismos a gran escala para facilitar el acceso a la vivienda -revisa- ha sido su asunto pendiente. Lo que le hubiera gustado profundizar. "Pero es porque no hay crédito. Los hay para comprar un auto, pero no para levantar un baño y unas paredes".

-¿Lo atribuye sólo a un rasgo de la economía nacional y nada a una posible falencia propia?

-Claro, porque cuando se privatizó el Banco Provincial se perdió una gran oportunidad, como la tienen Córdoba y la provincia de Buenos Aires. Lamenteblemente, no tenemos esa herramienta y no tenemos espaldas para poder aguantar un proceso de construcción de viviendas acorde a una pareja en la que los dos tengan trabajo y puedan pagar una cuota similar a un alquiler mensual.

-¿Cómo evalúa que se portó la oposición?

-Bien, la verdad que no hubo ninguna ley que no haya salido y que fuera importante, salvo la reforma constitucional. Tenemos una Carta Magna que va a cumplir 50 años. Sería importante tener una Constitución renovada que vaya de la mano con estos avances en materia de descentralización y participación ciudadana que decía antes. No se pudo.

-¿Por qué?

-Porque no estaban los votos, porque no había voluntad, porque tampoco hubo capacidad nuestra de convocar a todos. Hace falta un gran acuerdo entre todas las fuerzas políticas para poder avanzar en ese debate.

-¿Se olvidó de los dos intentos fallidos de aplicar una reforma tributaria?

-Sí... fueron situaciones que son parte de la democracia.

-¿Cómo evalúa el escenario sobre el que gobernará Bonfatti, con una oposición mucho más fortalecida que la que le tocó a usted?

-Sí, pero con diálogo se puede avanzar. En los ocho años que estuve en la Municipalidad de Rosario siempre tuve el Concejo en contra, y sin embargo ninguna ordenanza importante dejó de salir. Y a nivel provincial, las leyes que quedaron sin salir fueron muy pocas, ninguna trascendente.

-¿Por qué el gabinete de Bonfatti tiene más radicales que el suyo?

-Porque también así es la representación en la Legislatura, entonces tiene que abrirse a un diálogo mayor, porque allí hay mayor diversidad.

-Pero en su gestión la UCR también tenía una cuota significativa que no se reflejó en el Ejecutivo.

-¿Cómo que no? En este Ejecutivo participó la vicegobernadora, el fiscal y nada menos que el Ministerio de Obras Públicas, todos son parte de la UCR.

-Ahora hay más lugares que esos.

-Sí, hay un par de lugares más que se condice con una realidad diferente que hay en la Legislatura.

Binner ratificó el carácter de oposición que sus diputados del Frente Amplio Progresista ejercerán en el Congreso de la Nación, en la que una de ellas -Alicia Ciciliani- ha sido elegida como vicepresidenta 3°. "No todas nuestras ideas y propuestas serán diferentes al gobierno o a favor", dijo. Y confió en que su irrupción en la escena nacional como candidato presidencial no deberá perjudicar la relación de Santa Fe con Casa Rosada. "Siempre fuimos respetuosos y eso es la democracia. La confrontación de ideas y nuestra construcción pueden lograr avances", agregó.

El gobernador saliente dio indicios de que 2012 no será un año sabático para él. Seguirá con el armado del FAP desde el Cemupro, el centro de políticas públicas de su espacio. Sobre eso, contó con entusiasmo: "El sábado hicimos una reunión del FAP en Buenos Aires donde coordinamos labores para trabajar en estos años que vienen. Y en la sede Rosario del Cemupro, abajo de El Cairo, hicimos un seminario con 92 concejales electos de todo el país, para informarlos sobre cómo analizar un presupuesto, cómo se construye una ordenanza, cómo se busca representatividad a través de las instituciones. Eso me ocupará de ahora en adelante".