SANTA FE
Con eje en la demanda de justicia, los inundados de la capital harán un acto para insistir en el "castigo a los culpables".
La guardia de la Casa Gris suele arriar las banderas en la plaza de Mayo al caer la tarde. Una es celeste y blanca y la otra la tricolor de Santa Fe. Hoy, a las 18.30, las víctimas de la catástrofe del río Salado esperarán que se cumpla el rito cotidiano, para comenzar a izar en el mismo sitio el nombre de sus muertos. Levantarán los carteles en los mástiles y gritarán sus nombres, en un sitio rodeado de cruces, que ya se ha convertido en un monumento popular a la memoria. A tres años de aquel fatídico martes 29 de abril de 2003, cuando un tercio de la ciudad quedó bajo agua, más de 100 mil personas en el desamparo y Santa Fe vivía su peor pesadilla, las organizaciones de inundados, los organismos de derechos humanos y decenas de expresiones sociales y políticas convocaron a los santafesinos a concentrarse en la plaza de Mayo bajo las consignas de siempre: "Basta a la impunidad" y "Castigo a los culpables".
"La gran inundación del Salado fue la tragedia más dolorosa sufrida por los santafesinos, producto de la ineficiencia de nuestros gobernantes", recordaron los convocantes a la marcha. "La catástrofe hídrica nos dejo más de 100 mil personas que lo perdieron todo, muerte, indigencia, marginalidad, y una ciudad sumergida en el dolor y la indignación de saber que ninguno de los responsables pagaría por su inoperancia. Como ciudadanos no debemos permitir que esto suceda. Debemos luchar para que la impunidad no se adueñe de nuestra causa", afirmaron.
El acto de hoy será una demanda de justicia. A diez días del fallo del juez Jorge Patrizi (Instrucción 8ª) que confirmó lo que en Santa Fe se sabe desde hace mucho tiempo: la catástrofe no fue una obra de "la naturaleza" como solía decir Carlos Reutemann en su defensa sino que hubo responsabilidades humanas, y muy concretas. Patrizi procesó por supuesto "estrago culposo agravado por la muerte de 18 personas" al ex ministro de Obras Públicas, Edgardo Berli, el ex director de Hidráulica, Ricardo Fratti y el ex intendente de Santa Fe, Marcelo Alvarez, pero eximió de culpa y cargo a Reutemann. "No se encontraron elementos para sospechar" del ex gobernador , dijo el magistrado, quien consideró que después de tres años de investigación aún "no existen elementos suficientes para llamarlo a indagatoria" y por lo tanto, pedir su desafuero al Senado de la Nación. Berli, Fratti y Alvarez seguirán el proceso en libertad, pero ahora el fallo abre las puertas para una lluvia de demandas de indemnización que le pueden costar a la provincia cientos de millones de pesos.
El fallo desató una ola de críticas que seguramente se repetirá hoy. "Antes nos decían que era un fenómeno natural, pero ahora sabemos que no fue así, que se podía evitar", dijo María Claudia Albornoz, de la Carpa Negra de la Memoria y la Dignidad, que ya está montada desde el 29 de marzo en el mismo lugar donde resistió tantos meses. "El l juez dijo que hay tres ex funcionarios que tienen responsabilidad. Ahora queremos que pague Reutemann que fue el gran responsable", agregó Albornoz.
Una de las líderes de la Marcha de las Antorchas, Graciela García, no se sorprendió ante la declaración de inocencia de Reutemann. "No nos sorprende porque en esta provincia el Poder Judicial esta bajo el yugo del poder político. Y hoy dicen que en este proceso a Reutemann no se lo toca. Decir que 'faltan elementos' para imputar a Reutemann (como sostiene el fallo de Patrizi) es parte de la farsa y la representación teatral que es esta causa inundaciones", opinó García.
La secretaria del Sindicato de Amas de Casa, Chavela Zanutigh, dijo que el fallo "es una enorme verg³enza, un terrible reconocimiento de que en Santa Fe los jueces siguen trabajando para la Casa de Gobierno", dijo quien presentó la primera denuncia contra Reutemann, el 5 de mayo de 2003. "Nosotros denunciamos a Reutemann porque él era el primer responsable, no sólo por ser gobernador, sino por inaugurar obras que no estaban terminadas por donde ingresó el agua a Santa Fe", precisó. "Nunca pensé que iban a llegar a tanto. Pensé que no iban a ser tan groseros, pero me equivoqué. Entonces, si Reutemann es inimputable porque nadie le avisó que lo internen en un hospicio".
Zanutigh recordó esta semana en la presentación del libro 29A qué ocurrió aquella mañana del 5 de mayo de 2003, cuando se presentó en Tribunales para denunciar a Lole. "Veníamos de cinco días de que los muertos aparecieran en el agua y de que ningún fiscal actuara de oficio. Fuimos a la Fiscalía de Favaretto y tuvimos que esperar cinco horas para que la denuncia fuera aceptada, aunque no había nadie más que nosotras. El fiscal nos dijo que no podía aceptar la denuncia porque no la habíamos llevado por escrito. Tuvimos que pedir una máquina de escribir y redactarla en ese momento.
"El fiscal Favaretto se fue, nos dejó cinco horas y apareció recién a las 11 y media de la mañana. Esa es la Justicia a la que, lamentablemente, mucha gente está acostumbrada en Santa Fe. Y quedó demostrada también con el fallo del juez, cuando le quitó todo mérito al primer responsable de todo esto, que es Reutemann. Hay que cambiar alguna vez esta absoluta, nauseabunda y humillante injusticia que existe en esta provincia", concluyó Zanutigh.
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