La empleada judicial de Vera, detenida por corrupción de menores, luego de haber sido señalada por tres jóvenes de entre 12 y 17 años como quien las reclutara para participar de un fiesta sexual con hombres, se defendió frente al juez de la causa. "Bibi negó las fiestas, las pastillas y el sexo y dijo sospechar que le armaron la denuncia", dijo una fuente con acceso a la causa que reprodujo ayer el portal Infovera. La acusada no solo rechazó todos los cargos, sino que fue más que gráfica con una de sus frases: "Me la estoy comiendo gratis", dijo Sánchez.

La declaración se produjo en la mañana del sábado, apenas arrestada, cuando la supuesta madama se abocó por propia voluntad a prestar declaración indagatoria ante el juez Ireneo Berzano y el fiscal Gustavo Gon, más la presencia del secretario Marchi y la asistencia de su abogado defensor, Guido Fernández.

En ese marco Bibi negó los cargos que se le imputaban al punto de decir: "No hubo fiesta privada, fue un almuerzo un sábado a mediados de marzo con un círculo de todos conocidos, menos las chicas de La Gallareta a las que invitó Pepito", éste último un conocido personaje también de La Gallareta sobre quien podría recaer alguna culpa.

Al mismo tiempo, en la alta madrugada del primer día del fin de semana pasado la detenida también rechazó la existencia de "pastillas y sexo" y alcanzó a recordar que solo una de las chicas "tomó cerveza".

De aquellos días, Nilda Sánchez rememoró que la situación comenzó a derivar en inconvenientes cuando se enteró que "le robaron dos celulares a dos chicos que estaban en la comida". Por ese motivo llamó reiteradas veces a las supuestas ladronas para que regresaran los equipos de telefonía bajo la intimación: "Devolvéme los celulares porque te denuncio".

Según la versión aportada, las dos adolescentes de La Gallareta se hicieron las desentendidas en repetidas oportunidades pero tomaron nota de que iban a ser denunciadas y "comentaron el hecho en la comisaría de esa localidad", habría referido Bibi en su declaración, en lo que se considera un punto clave en todo el caso y de donde la empleada judicial se toma para asegurar que le "armaron" la denuncia. Y para decir ante el juez, casi al borde del llanto: "Me la estoy comiendo gratis".

De ahí más "un policía -cuyo nombre figura en la causa- las manda a hablar a Vera" con una persona que las conectaría con un tercero para que "organicen de que manera iban a denunciarme", se dice que apuntó Bibi, de acuerdo a la información publicada por el portal de noticias de Vera.

Después de eso, "les dijeron que tenían que declarar, por lo que vuelven a La Gallareta y radican la denuncia en mi contra en sede policial", completó, explicando así la trama que intuye la mandó tras las rejas.