El 80 por ciento de las obras de construcción inspeccionadas en Rosario entre mayo y julio sufrieron suspensiones por incumplimientos de las condiciones de seguridad laboral, según reveló ayer el Ministerio de Trabajo al presentar las conclusiones del operativo de fiscalización realizado junto al sindicato Uocra y las cámaras empresarias del sector. La proporción de faltas detectadas sobre el total de inspecciones preocupó a los responsables de la comisión fiscalizadora, que calificaron la situación como grave. El gremio adelantó que ahora quiere replicar estos controles sobre la construcción en countries y desarrollos inmobiliarios del área metropolitana.

La Comisión Tripartita de la Construcción de Rosario --integrada por la cartera laboral, la Uocra, la Cámara Argentina de la Construcción y la Asociación de Empresarios de la Vivienda-- presentaron las conclusiones del operativo en el que se visitaron 483 obras en construcción situadas en el macrocentro. De ese total, los inspectores lograron examinar 295 obras porque el resto se encontraban finalizadas, abandonadas o cerradas. Lo llamativo es que de 295 inspecciones efectivas, hubo 236 (80,45 por ciento) que debieron ser suspendidas en uno o varios sectores, o por el empleo de determinadas herramientas que ponían en riesgo la salud de los trabajadores.

"El índice de infracciones que hemos encontrado es muy alto, por lo que apuntamos a generar conciencia y capacitación, especialmente a los capataces y a los delegados sobre la prevención en seguridad laboral", señaló el ministro de Trabajo, Julio Genesini.

Sixto Irrazábal, de la Uocra, precisó que de las 236 obras suspendidas, hay 46 que persisten en esa situación, a un mes y medio de finalizado el operativo fiscalizador. En 22 casos, las empresas sumariadas ni siquiera pidieron el levantamiento de la suspensión, por lo que allí la actividad, en tanto fuente de empleo, se paralizó.

De las 295 obras inspeccionadas, los agentes de la comisión labraron 312 actas, el documento previo al sumario y la posterior sanción económica para la empresa en falta, precisó María Belluccia, directora regional del Ministerio.

Entre las irregularidades más frecuentes, el informe destaca que el 65,7 por ciento presentó fallas en los sistemas de protección contra caída de personas y de objetos al vacío en los huecos de ascensor, aberturas, escaleras, andamios y rampas. El 60,2 por ciento de las obras develó instalaciones eléctricas deficientes y, por lo tanto, riesgosas. En el 54 por ciento de los casos se comprobó la ausencia de elementos de protección para los obreros, como arneses, cascos, calzado de seguridad, protector ocular y guantes, entre otros pertrechos. La inspección también marcó otras falencias como ausencia de cartel de obra o con información deficiente (41 por ciento), falta de demarcación o señalización insuficiente (40 por ciento) y servicio de higiene y seguridad no acreditado en obra (41 por ciento).

En cuanto a fiscalización laboral, las 295 obras relevadas ocupaban a 2500 trabajadores, a cargo de 365 empleadores. A todos se los citó a presentar la documentación legal de sus obreros, pero 114 empresarios eludieron la convocatoria, lo que hace inferir que ese personal --unos 600 operarios-- estaban en situación laboral irregular. De los 1900 que la comisión sí pudo verificar, resultó que 270 no estaban registrados (14,22 por ciento). De este conjunto, las empresas sólo blanquearon al término del operativo unos 65 empleados (24 por ciento).

Irrazábal dijo que el alto índice de infracciones incurridas "confirma la desaprensión patronal que Uocra denuncia hace tiempo". Y adelantó que el sindicato le pidió al Ministerio realizar este mismo operativo en los countries y barrios abiertos de la periferia rosarina. "Estimamos que allí el 80 por ciento de los trabajadores está en negro, por lo que empezaremos a controlar allí e iremos con la policía si es necesario", advirtió el gremialista.