SANTA FE › EL ALZAMIENTO POLICIAL CONVOCó AYER A LA DEFENSA DE LA DEMOCRACIA
"Por la fuerza no se puede conseguir respuesta a ningún reclamo", señaló Bonfatti y responsabilizó a los cabecillas de los planteos de la policía por "la vida y los bienes" de los santafesinos. Lanzó el exhorto tras una ola de violencia en zonas liberadas de Santa Fe.
› Por Juan Carlos Tizziani
Desde Santa Fe
Antonio Bonfatti responsabilizó ayer a los cabecillas de los planteos de la policía en Rosario y Santa Fe por "la vida y los bienes" de los santafesinos y les pidió que acepten el aumento salarial que les ofreció el gobierno, que lleva el sueldo de bolsillo para los que recién ingresan a 7.600 pesos en diciembre y a 8.100 en enero, con la promesa de otra mejora en febrero. "Los hago responsable de la vida y de los bienes de las personas y les pido que acepten la propuesta que ha hecho la provincia que es significativa", dijo el gobernador. Sin embargo, un rato antes un abogado de los rebeldes anunció que éstos ya habían rechazado el ofrecimiento (ver página 3). Bonfatti lanzó el exhorto tras una ola de violencia en zonas liberadas de Santa Fe: el domingo a la noche, en medio de un temporal, se sucedieron robos y hechos vandálicos en comercios de la zona norte y hasta el ataque a un supermercado ûque pareció un montaje para meter miedo y ayer a la siesta se repitió otro intento de saqueos en un supermercado en el sur de la ciudad, en el barrio Centenario, que fue evitado por la Gendarmería. "Hechos graves", los definió el gobernador. Y agregó: "Lo que está en juego son los valores de la democracia y la República ante este tipo de planteos desmedidos".
El alzamiento policial convocó ayer en la Casa Gris a la defensa de la democracia. Bonfatti fue rodeado por dos ex gobernadores, Hermes Binner y Jorge Obeid, la presidenta de la Corte Suprema, María Angélica Gastaldi; el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina y arzobispo de Santa Fe, monseñor José María Arancedo, funcionarios de la Casa Rosada y representantes del arco político, sindical y empresario. "Los santafesinos queremos vivir en paz y convivencia. La sociedad toda nos dice que por la fuerza no se puede conseguir respuesta a ningún reclamo. El mecanismo es el diálogo y la comprensión de que los intereses sectoriales son parte de los intereses del conjunto, para resguardar la democracia y las instituciones de la República", dijo el mandatario. Las rejas de la Casa de Gobiernos estaban cerradas y custodiadas desde adentro por policías mujeres. Afuera, se manifestaban unos 300 de sus colegas, algunos de uniforme y otros de civil, que se agolparon sobre las escalinatas para hacerse escuchar. Los cánticos y el batir de palmas llegaban hasta el salón Blanco.
Binner coincidió, pero alertó sobre la superposición del planteo policial con "los 30 años de democracia" que se cumplen hoy. "No podemos tolerar que haya gente violenta utilizando un arma reglamentaria que el pueblo le da para su defensa y la usen para defensa propia. Es inconstitucional e indecente para la Argentina que nos merecemos", advirtió.
Obeid sostuvo que "el conflicto no es exclusivo de Santa Fe, sino que corrió como reguero de pólvora" después del motín en Córdoba. "La policía no se puede manejar como un gremio, tiene obligaciones que cumplir y garantizar la seguridad pública".
El acto en la Casa de Gobierno fue la respuesta a la ola de violencia del domingo a la noche en la zona norte de la ciudad, pero a las cuatro de la tarde, una hora después del intento de saqueo a un supermercado del barrio Centenario, Bonfatti volvió a emplazar a los cabecillas del alzamiento por las tropelías en zonas liberadas. "Los hago responsable de la vida y de los bienes de las personas", dijo. Ya a la mañana, en su discurso en el Salón Blanco, los había advertido sobre los robos y vandalismo. "Los acontecimientos de las últimas horas han significado para nosotros un hecho grave, porque lamentablemente la actitud que se ha adoptado deja sin resguardo a la vida de las personas y de los bienes".
La ola de asaltos metió más miedo. Los bancos y supermercados no abrieron ayer sus puertas. Los comerciantes vaciaron vidrieras y atendieron detrás de las rejas. Y a las 18.30, las Universidades y escuelas suspendieron las clases para que alumnos y docentes no se movilizaran en horas de la noche. Y los servicios de taxis y transporte urbano se sumó al paro por falta de garantías. Santa Fe se preparaba para otra noche sin policías en las calles. La seguridad quedó en manos de 300 efectivos de la Gendarmería.
Bonfatti pidió a los amotinados que acepten el aumento. La primera propuesta era un bono de fin de año de 1.500 pesos en diciembre y una asignación de 1500 por uniforme en enero, más una mejora del adicional de 45 a 54 pesos y retoques en los suplementos por riesgo y dedicación. La oferta fue rechazada.
El gobierno convocó a una mesa de diálogo y las tres de la mañana del lunes, hizo una segunda propuesta que mantiene el bono de fin de año de 1.500 pesos, pero aumenta la asignación por uniformes a 2.500 pesos (a cobrar 500 en diciembre y 2.000 en enero) e incrementa el suplemento de riesgo del 30 al 120% y el de dedicación del 25 al 100%. "Con lo cual, un sueldo de bolsillo para el policía que recién ingresa, que hoy está en 5.679, será de 7.600 en diciembre y 8.100 pesos en enero", dijo Bonfatti. "Y a partir de febrero, en la paritaria del sector público, el piso salarial de la policía será de 8.100 pesos". Lo que significa que las sumas fijas se sumarán al sueldo. "El adicional de policía, la asignación por uniforme y las horas extras están por fuera de los 8.100 pesos. Lo digo porque las ofertas que están haciendo en otras provincias incluye estos rubros", agregó.
"Todos quisiéramos ganar más, pero vivimos en una Argentina con situaciones económicas y sociales a las que hay que dar respuestas. Y en función de eso, es la respuesta a los trabajadores. Para nosotros, los policías son trabajadores, lo reconocemos. Por lo tanto, llamo a reflexión y los hago responsable de la vida y de los bienes de las personas y los exhorto a que acepten la propuesta que ha hecho el gobierno, que es significativa al considerar el papel del policía", finalizó.
El arzobispo de Santa Fe pidió paz y sus oraciones. "Los que estamos aquí y los que están afuera, todos somos hermanos", dijo. Afuera, estaban los 300 amotinados. "Hay problemas y dificultades, pero donde existe capacidad de diálogo y de encuentro, la solución es posible, siempre en el marco de las instituciones, de la ley y de la República, que tiene su fuerza en la Constitución", concluyó Arancedo.
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