La conducción de la Federación Agraria Argentina (FAA) resolvió convocar a asambleas de base en todo el país entre el 8 y el 15 de julio para discutir "el rumbo de la actual política agropecuaria y las relaciones con el gobierno nacional". La decisión tomada por el Consejo Directivo Central de la FAA luego de sesionar en Rosario se tomó "pese a la actitud de diálogo sostenida por la entidad con el gobierno", manifestada en una postura distante a las otras tres con representación nacional, como Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Sociedad Rural Argentina (SRA) y Confederación Intercooperativa Agropecuaria (CONINAGRO). La conducción de la Federación volverá a reunirse el 24 de julio, para evaluar "la posición de la entidad frente al gobierno a partir de las opiniones de las entidades que conforman la estructura gremial federada" expresada en varias asambleas regionales.

La FAA enumeró en un comunicado como los problemas principales de la actualidad a "el arrendamiento, la presión tributaria, ausencia de una ley de lechería, la necesidad de fondo especial para las economías regionales". Asimismo, advirtió sobre "el problema de endeudamiento remanente Banco Nación, la lentitud en la instrumentación del plan ganadero, entre otros aspectos que claramente conforman una deuda del gobierno con los pequeños y medianos productores".

La FAA consideró que hay cuestiones que "continúan afectando fuertemente al sector, generando creciente inquietud". "La política agropecuaria sigue concentrando el uso y propiedad de la tierra", sostuvo, para agregar que "si bien algunos aspectos coyunturales se mantienen dentro de un marco razonable, como los precios de algunas producciones y el tipo de cambio aún competitivo, se sigue sosteniendo al mercado como ordenador de la realidad sectorial".