SANTA FE › SE DUPLICó LA PROVISIóN DE MISOPROSTOL DESDE LOS EFECTORES DE SALUD PúBLICA
Desde que la municipalidad facilita el acceso al aborto no punible en los centros de atención primaria, se redujeron de manera drástica las internaciones con casos graves de interrupciones de embarazo complicadas
› Por Sonia Tessa
Desde 2012, la Municipalidad de Rosario lleva adelante una política de acceso al aborto no punible en los centros de atención primaria de la salud con registro de provisión de misoprostol. "En la ciudad tenemos un protocolo de aborto no punible desde 2007, fuimos la primera municipalidad del país en contar con ese instrumento", explicó Ignacio Gómez, director de Atención Primaria de la Salud, que tiene a su cargo 50 centros de gestión municipal. En 2012, se realizaron 166 prácticas y en 2013 fueron 350, en el marco de la concepción que señala el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación del 13 de marzo de 2012. "El aborto legal es posible, es un derecho de la mujer y una obligación del Estado", agregó Gómez. Al mismo tiempo, el director provincial de Políticas de Géneros e Interculturalidad, Daniel Teppaz, subrayó que en los últimos diez años se redujeron un 40 por ciento los ingresos hospitalarios por complicaciones de aborto en la provincia. "Cuando analizamos dónde se producen los abortos no punibles, casi el 90 por ciento de las situaciones se resuelven en atención primaria, de manera ambulatoria, es decir que no requieren internación", subrayó Teppaz.
Ese cambio rotundo se debe a una droga llamada misoprostol, que provoca la interrupción del embarazo sin intervención quirúrgica de manera segura hasta la semana 12. "Cuando las mujeres consultan, el estado debe proveerles el misoprostol. La mujer tiene que saber que no debe ir a comprarlo", subrayó Teppaz.
La Municipalidad de Rosario es la responsable de adquirir el misoprostol para las prácticas de aborto no punible tanto en los 50 centros de salud municipal de Rosario como en los 30 centros de gestión provincial. "El trabajo es conjunto", coincidieron Gómez y Teppaz ante la consulta de Rosario/12.
"El fallo de la Corte nos da un argumento más para dar la discusión en la que muchas veces priman las razones morales y religiosas, pero nosotros venimos trabajando con los equipos de salud en el marco del derecho de las personas", expresó Gómez.
El funcionario municipal reconoció que el número de prácticas realizadas en los centros de salud es escaso, si se tienen en cuenta las estadísticas que señalan la realización de unos 450 mil abortos por año en el país. Pero lo comparó con la situación previa. "En 2011 no existía una política sistematizada al respecto. En 2012 se hicieron 166 y al año siguiente se duplicaron", explicó.
En cuanto a los centros municipales, el Ceferino Namuncurá, del barrio Stella Maris, proveyó en 2013 tratamientos a 37 mujeres para la interrupción de su embarazo encuadrada en las excepciones del artículo 86 del Código Penal. Allí se indica que no podrá penalizarse el aborto cuando haya riesgo para la vida o la salud de la mujer y cuando sea producto de una violación. En tanto, en el centro de salud Emaus, de Fisherton Norte, hubo 27; en el barrio Santa Lucía se hicieron 33 abortos no punibles; mientras en el Centro 20 de Junio, de barrio Flamarión hubo 25 y en el Centro de Salud Sur, de Ayacucho al 6300, se hicieron 35.
La decisión política municipal, sin embargo, tiene "obstáculos" -así los llama Gómez- en los propios agentes del sistema. No todas las mujeres que llegan con un embarazo no deseado a su centro de salud encuentran a un agente que garantice su derecho a decidir. "Los casos que conocemos los trabajamos para que se garantice ese derecho. Pero no podemos poner las manos en el fuego en que no encuentren escollos", expresó el funcionario. Incluso, subrayó el trabajo con organizaciones de mujeres como Mumalá. "Cuando ellas se enteran de alguna dificultad nos avisa y nosotros intervenimos para garantizar el acceso", agregó.
La Municipalidad compra oficialmente misoprostol, la droga que en la Argentina se comercializa como oxaprost, con uso indicado para úlceras gástricas. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud, ya en 2003, publicó "Aborto Seguro: guía técnica y de políticas para sistemas de salud", y lo reeditó en 2012. Allí se especifica cómo puede usarse el misoprostol para interrumpir embarazos. "Hasta la semana 9, no tenemos dudas, se utiliza misoprostol. La mujer realiza el procedimiento en la casa, y recibe el acompañamiento de profesionales de los centros de salud", estableció Gómez. Ese acompañamiento tiene un punto fundamental: la ecografía posterior a la aplicación de la droga. Así puede saberse que el aborto está completo, sin riesgos de infecciones.
"En la época previa al misoprostol, cuando las mujeres recurrían a métodos peligrosos, había muchas internaciones, con infecciones gravísimas. Ahora hay menos mujeres que se han internado por complicaciones de pos aborto, muy pocas. Con esto, no estamos diciendo que hay menos mujeres abortando, sino que ya no requieren de la internación, de un quirófano y de servicios cruentos. Ahora las mujeres tienen mayor autonomía. Además, hay más organizaciones, como Socorristas en Red, que acompañan a las mujeres en esa situación", apuntó Teppaz.
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