La seccional Santa Fe del Sindicato Médico de la República Argentina (Amra) salió al cruce del convite lanzado por el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a médicos rosarinos para llevarlos a trabajar a su sistema de salud pública. "La relación laboral de los médicos allí está lejos de ser la deseable", advierten desde la entidad. El secretario general de Amra en Santa Fe, Eduardo Taboada, apuntó una cuestión no menor en el panorama laboral de los galenos empleados en los 34 hospitales y 115 centros de salud porteños. "Son los médicos que peor están. La mitad del sueldo la cobran como extensión horaria, es decir, como un suplemento, y por lo tanto, nunca se actualiza, no aumenta y va en negro", afirmó Taboada. "Es una realidad que el salario de los médicos de la Ciudad de Buenos Aires pierde poder adquisitivo por este detalle: cobran la mitad en negro y fuera de paritaria", remarcó.

Desde Buenos Aires, le dieron la razón a Taboada y su advertencia. Zulma Lobay, de la Coordinadora Gremial por la Salud Pública (Cogresap), no connotó sorpresa ante la consulta de Rosario/12. "Ya lo creo que busquen personal afuera porque acá la gente ya conoce de sobra la situación. Acá parte de los haberes a los trabajadores de la salud son sumas no remunerativas que al jubilarse achican el ingreso. Y sólo aquel que haya logrado un cargo puede jubilarse con no más de 8 mil o 10 mil pesos, lo que para el costo de vida en Buenos Aires es nada, si no se jubila por mucho menos", reveló.

Lobay señaló que una de las luchas gremiales presentes en la salud pública administrada por el macrismo es lograr "blanquear esos suplementos e incorporarlos al básico, con paritarias claras, cosa que no sucede". "Acá la posibilidad de ingresar a planta permanente del sistema público es remota, todos los ingresos se dan como suplencias de guardia, reemplazos. Por eso y por la precarización laboral evidente, los profesionales de la salud en Ciudad de Buenos Aires tratan de insertarse en el ámbito privado, porque además ganan mejor que en la salud pública", afirmó.

En Rosario, los representantes gremiales de los profesionales de la medicina recibieron la noticia propalada por el gobierno de Mauricio Macri como un anzuelo que quizás pueda arrepentir a quien lo muerda. "Encima, vienen a buscar gente. Me temo que buscan disociar esa irregularidad que seguramente les hace ruido y vienen a buscar médicos que reemplacen y cubran ese hueco, pero nuestro consejo es que antes de firmar cualquier cosa, mejor piensen, averigüen o nos consulten, porque después es más difícil", aleccionó.

El llamado está vigente desde el 25 de abril, pero se propagó a partir de una nota de La Capital en su edición dominical. Cita el matutino al responsable de la Casa de Buenos Aires en Rosario, Agapito Blanco, quien explica que el interés de la administración macrista reside en "el nivel de excelencia de los médicos rosarinos y su formación, como factores que influyeron al momento de decidirse esta búsqueda laboral", también extensiva a la ciudad de Córdoba. Y al modelo de salud pública consolidado en Rosario. La convocatoria es abierta a todas las ramas de la medicina, con énfasis en neonatología, cardiología, psiquiatría infanto juvenil y terapistas, sin cupos para inscripción y con vacantes ilimitadas.

Hoy viajará la secretaria gremial de Amra a nivel nacional, la rosarina Sandra Maiorana, para interiorizarse acerca de la búsqueda del gobierno porteño y de la realidad laboral de los profesionales en ese sistema de salud pública. Taboada ayer cotejó que hoy los profesionales de la salud pública santafesina están cobrando alrededor de 2.000 pesos por una guardia de 24 horas, y serán 2.500 pesos con el aumento pactado de julio. Los médicos del sistema pública de la provincia de Buenos Aires cobran lo mismo, pero por una guardia de 36 horas.

Taboada, ante la consulta de Rosario/12, reconoció que la oferta puede sonar tentadora a jóvenes profesionales sin inserción laboral aún, y también a quienes accederían a viajar a Capital Federal para cubrir una guardia y regresar. Esta práctica de trabajador golondrina tuvo arraigo a principios del 2000.

"Ellos están buscando lo que allí no logran. Hay que fijarse que en la convocatoria hablan de contrato, no de relación de dependencia, y ahí ya tenemos motivo para sospechar de que se trata de una oferta laboral en negro. No creamos entonces que nos vienen a ofrecer lo mejor", desconfió el titular de Amra.