Desde Santa Fe

El último retoque en el gabinete del ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, dejó a la vista un tironeo político con la UCR. Ayer, el abogado radical Ignacio Del Vecchio asumió como secretario de Control de las Fuerzas de Seguridad, mientras que el socialista Miguel Angel Picca, quedó como delegado de la cartera en el Nodo Santa Fe. "Es una decisión inconsulta, ni siquiera recibimos un llamado telefónico del ministro", se quejó el intendente de Santa Fe, José Corral.

Picca es un abogado de la ciudad de Esperanza que acompaña a Lamberto desde que éste asumió como ministro de Seguridad. Fue su primer jefe de gabinete hasta octubre de 2012, cuando quedó al frente de la Secretaría de Control de las Fuerzas de Seguridad, tras el escándalo que desató la detención del ex jefe de Policía de la provincia, Hugo Tognoli.

En cambio, Del Vecchio, ex presidente de Colegio de Abogados de Rosario, es el segundo radical que se suma al equipo de Lamberto, pero llega promovido por una línea minoritaria: el Movimiento de Afirmación Radical (MAR), que lideran los diputados Julian Galdeano y Santiago Mascheroni. Hasta ahora, el único radical en el gabinete de Lamberto era el subsecretario de Coordinación Operativa, Diego Poretti, que responde al sector que lideran el jefe de la UCR, Mario Barletta y Corral. Poretti espera que el gobernador Antonio Bonfatti firme el decreto para asumir un cargo que ganó por concurso en el Ministerio Público de la Acusación: secretario de Persecución Penal de la Fiscalía Regional Santa Fe, por lo que se especula que la vacante sería cubierta por otro funcionario de la UCR.

Ayer, Corral, su colega de Santo Tomé, Fabián Palo Oliver y el senador por La Capital, Hugo Marcucci, no asistieron al acto en el que asumieron sus cargos Del Vecchio y Picca. Corral justificó el faltazo por "problemas de agenda", un clásico que no alcanzó a tapar el malestar político en el radicalismo, sobre todo por la designación de Picca como delegado del Ministerio de Seguridad en el Nodo Santa Fe.

"Nosotros no fuimos consultado (por el nombramiento de Picca), ni siquiera recibimos un llamado telefónico del ministro", se lamentó Corral. Y dejó en claro que el abogado esperancino llega al cargo sin el apoyo del intendente de Santa Fe. "Más allá de las personas, nosotros creemos que está pendiente una reforma policial profunda en la provincia, que vaya a fondo, que tome con la gravedad que se merece el tema seguridad en Santa Fe", agregó.

"La ciudad -dijo- necesita decisiones fuertes del gobierno de la provincia. Nosotros estamos dispuestos a colaborar, pero para trabajar juntos hacen falta dos partes. No sólo que el municipio que se involucra en el tema seguridad, con la Guardia de Seguridad Institucional, con los botones de alerta, con una cantidad de medidas que nos trascienden porque la seguridad no es un tema municipal, sino que requiere decisiones de las autoridades provinciales que tomen el toro por las astas y resuelvan este problema con medidas más de fondo".

"Lamentablemente, las medidas no son éstas porque los funcionarios que necesitamos tienen que tener respaldo de las autoridades locales, conocer el territorio y ser de la ciudad de Santa Fe. Y esto no es lo que ocurrió", dijo Corral. Y advirtió: El gobernador (Antonio) Bonfatti siempre va a encontrar de nuestra parte las ganas de ayudar y colaborar, pero esto requiere que el ministro de Seguridad tome las medidas del caso".