El presidente de la Cámara de Diputados provincial Luis Rubeo salió al cruce de los dirigentes justicialistas que prefieren "la pelea" por sobre el "diálogo" como vía para resolver conflictos. "Algunos compañeros me acusan de ser diferente, y la verdad es que cada día estoy más convencido de que el camino que comenzamos hace dos años en la Cámara Baja es lo que la gente quiere y lo que Santa Fe necesita", apuntó Rubeo, en un intento por destacar la cordialidad y camaradería con la que funcionarios nacionales, provinciales y municipales celebraron el Día de la Bandera, el viernes pasado, en el Monumento.

"Por fin se dieron cuenta de que el pueblo es más importante que la soberbia personal", castigó el dirigente del Frente Para la Victoria en un dardo que no tuvo destinatario particular, pero que bien puede caberle a más de un dirigente que en la interna del Partido Justicialista conspira contra el sector liderado por el actual ministro de Defensa, Agustín Rossi. Una de las diferencias menos disimuladas en este sentido es el que Rubeo sostiene con la ex vicegobernadora María Eugenia Bielsa, cuando él ganó por acuerdo de pares la presidencia de la Cámara de Diputados, pese a que ella reclamara esa poltrona para sí, por haber sido la candidata más votada en la elección del 2011.

"Algunos me dicen que soy acuerdista tratando de menospreciar el arduo trabajo que hacemos en la Cámara para construir consensos que permitan aprobar las leyes que los santafesinos necesitamos", sostuvo Rubeo, al tiempo que remarcó que "cada vez que eso pasa", siente que se encuentra "en el buen camino". "La gente no quiere que nos peleemos, la sociedad espera que hagamos el trabajo para el que nos eligieron", analizó el titular de Diputados en tiempos en los que el justicialismo santafesino vuelve una vez más a intentar el camino de la unificación para generar mejores chances de disputarle al Frente Progresista la gobernación perdida en 2007.

Por último, volvió a defender el "diálogo" como instancia de negociación política, ya que de esa manera "se terminan los egoísmos y los problemas de la gente empiezan a tener soluciones". "Si me hubieran escuchado cuando les decía a propios y a extraños que había que establecer mecanismos para que trabajáramos todos juntos por la gente, Rosario se habría ahorrado decenas de muertos y en la provincia hubiéramos ganado varios años de colaboración y apoyo del estado nacional", cerró el presidente de la Cámara de Diputados.