Desde Santa Fe

La investigación judicial por la tragedia del colegio Ecos, que les costó la vida a nueve alumnos y a una profesora, el 8 de octubre de 2006, quedó en la nada. Ocho años después del accidente, la Cámara de Apelaciones de Rafaela cerró la causa por prescripción y dictó el sobreseimiento del único imputado, Oscar Atamañuk, el chofer del micro en el que viajaban los estudiantes, que había sido condenado a dos años y seis meses de prisión por "homicidio culposo múltiple agravado" e inhabilitado por cinco años para conducir vehículos. "La justicia de Santa Fe es una porquería", estalló el padre de una de las víctimas, Sergio Levin, quien dijo sentir "asco, indignación y tristeza" por la resolución del tribunal. El abogado de las familias, Marcelo Parrili, anunció que la sentencia será apelada ante la Corte Suprema de la provincia. "Si sucede esto con este caso que ha tenido tanta resonancia pública, ¿qué puede llegar a pasar en los casos que no tienen repercusión?", se preguntó.

La Cámara de Apelaciones de Rafaela archivó la causa en votación dividida. Fue "dos a uno", dijo la secretaria del tribunal, Susana Giraudo, al explicar que "los camaristas resolvieron que la causa 'prescribió por el paso del tiempo' y, en consecuencia, dispuso el sobreseimiento del chofer del omnibus, que ahora se verá librado de su condena a dos años y medio de prisión en suspenso.

El accidente ocurrió en la madrugada del 8 de octubre de 2006, cuando el ómnibus con los chicos del Ecos -colegio de Buenos Aires- chocó de frente con un camión, conducido por un chofer alcoholizado, que se cruzó en la ruta nacional 11, cerca de Margarita. El impacto causó la muerte a nueve alumnos y a una docente, además del deceso del chofer del camión y su acompañante. Los estudiantes y la profesora regresaban del Chaco, donde habían realizado tareas solidarias.

La causa tuvo numerosas vicisitudes durante ocho años: la primera sentencia del juez penal de Reconquista, Jorge Galbusera absolvió a Atamañuk y la segunda, del juez Virgilio Palud, lo condenó a tres años de prisión en suspenso. Las dos fueron anuladas. La tercera, es la del juez Fernández, que también había condenado al chofer y ahora fue revocada por la Cámara de Rafaela, que cerró la causa.

El abogado Parrili dijo que "la prescripción es la situación más grave en la búsqueda de justicia porque no se puede dictar un fallo porque ya pasaron todos los plazos procesales establecidos y la causa se declara cerrada ni más ni menos que por eso".