Gritos, corridas y momentos de extrema tensión y angustia se vivieron ayer en Tribunales provinciales, luego de que la chica de 22 años acusada de asesinar a dos jovencitas a la salida del boliche Mogambo, en 2011, fuera condenada a 20 años de prisión. Tras la lectura de la resolución por parte del juez Edgardo Fertitta, Rocío Quiroz fue esposada y retirada de la sala. Cuando comenzaba el traslado a cargo de personal policial, familiares de Carolina Aranda y Eliana Zalazar cruzaron las vallas de madera y quisieron abalanzarse sobre la imputada. "Asesina", "te vas a pudrir ahí adentro", eran algunos de los gritos desconsolados de madres y hermanas de las víctimas. La policía intentó sacar a la acusada por una puerta interna que luego sale al pasillo de las salas de audiencia y la familia entonces empujó al guardia de la puerta e intentó salir hacia el corredor, por lo que se tuvieron que encerrar en la sala de testigos, ya que la única puerta cercana que sale del ala penal estaba con llave. Allí hubo allegados que quedaron tendidos en el suelo, a llanto partido.

La angustia de los familiares se apoderó de muchos de los presentes en la sala donde se leyó el fallo, tras el juicio que duró una semana, en el que Quiroz se declaró inocente, pero varios testigos apuntaron a ella como quien la madrugada del 27 de agosto disparó contra las dos chicas, desde el asiento trasero de una motocicleta.

El miércoles, los fiscales Lucía Araoz y Carlos Covani habían pedido 25 años de prisión para la acusada, que está presa desde el 9 de setiembre de 2011. Durante las audiencias, la joven se declaró inocente y dijo que en su primera declaración admitió su culpabilidad porque fue lo que le dijeron que diga los policías, si quería irse pronto. Aseguró que le prometieron salir rápido, porque no tenía antecedentes penales.

La acusación de los fiscales apuntó a que montada en el asiento trasero de una moto conducida por un muchacho, la joven disparó contra las dos adolescentes que comían un pancho a la salida del boliche, a las 5.40 de la madrugada.

Sin embargo, en la primera audiencia del juicio, Quiroz aclaró que aquella noche se fue del local bailable a las 4.30 porque a las 5 debía estar en la casa de su tía, para cuidar a los hijos de ésta, que trabajaba en una panadería.

La joven llegó al banquillo de los acusados luego de que en mayo de 2012, el juez Hernán Postma la procesara como autora del hecho, cuando tenía 19 años. El magistrado expresó en su resolución que hacía unos meses que la imputada mantenía un entredicho con Carolina, por un muchacho; y aquella noche de agosto se cruzaron en Mogambo. Mientras que a Eliana le tocó estar en el lugar menos indicado, por ser amiga de Carolina.