En el Frente Progresista se encendieron las alarmas al terminar de leer la performance del socialista Miguel Lifschitz en la elección primaria de anteayer. Y aunque el gobernador Antonio Bonfatti planteó que "no hay nada cerrado todavía" y recordó antecedentes parecidos en los que luego la coalición salió airosa, puertas adentro cunde la preocupación por el escenario instalado que deben revertir en menos de dos meses.

El conteo de votos terminó hacia las 5 de la madrugada de ayer. Lo primero que exhibió fue la baja concurrencia al comicio: votaron casi 1,7 millón de santafesinos, menos del 66 por ciento. En este universo, la fórmula macrista de Del Sel y el radical Jorge Boasso obtuvo 481.278 votos. Al final, la brecha que le sacaba al oficialismo se redujo hasta casi un empate técnico, 32,2 a 31,8. El Frente Progresista obtuvo 475.785, por la suma de Lifschitz (335.808) y del radical Mario Barletta (139.977). La fórmula peronista del diputado nacional Perotti y el secretario de Transporte, Alejandro Ramos, consiguió 327.126 sufragios.

El Frente Renovador también se anotó en la general con una elección de 115.315 votos, donde el diputado Oscar Cachi Martínez eliminó por diez puntos al ex dirigente agrario Eduardo Buzzi. De diez binomios en disputa, el 14 de junio serán cuatro los que disputen la sucesión de Bonfatti.

El gobernador fue el que puso la cara ayer ante la prensa, apalancado en haber sido el candidato a diputado provincial más votado de todos, con 445.000 sufragios, unos 110 mil más que lo obtenido por Lifschitz. Bonfatti negó por esa razón que las Paso hayan expresado un voto castigo a su gestión, pero admitió que esperaban hacer una elección mejor. En cambio, reparó en que hubo un tercio del electorado que no votó el domingo y que "Binner en 2007 ganó la general luego de que Rafael Bielsa fuera el más votado en las primarias", algo parecido a lo que sucedió en 2011 con Del Sel.

Ayer Lifschitz no atendió apareció y sólo dejó un mensaje en Facebook titulado "Que el sueño no se detenga". Algo tendrá que corregir: en el departamento Rosario -su fuerte- sacó 7 mil votos menos que Del Sel, y sus precandidatos a senadores perdieron la interna en la mitad de los 19 departamentos de la provincia.

Los 22 puntos porcentuales que obtuvo Perotti entusiasmaron al rafaelino. "El rival a vencer es Del Sel. La gente se va a preguntar muy bien en qué manos deja la provincia, y quién va a conducir el cambio". Así, el candidato justicialista planteó que la pelea será "de a tres" y no habrá polarización como se vaticinaba. En este espacio también habrán de ajustar cuentas con los caudillos territoriales, esto es, los senadores, puesto que hubo más de uno que ganó en su departamento aunque la fórmula Perotti-Ramos no.

Del Sel, en tanto, ayer avanzó en pos de captar nuevos electores que lo separen más del Frente Progresista: "Muchos peronistas y radicales nos van a acompañar. Hay un radicalismo desencantado con el socialismo".