La cúpula policial de la Alcaidía de Vera y una veintena de efectivos fueron desplazados por haber permitido que un preso, acusado de abusar de su hija de 15 años, pudiera recibir a la víctima en su celda, hostigarla y pedirle que cambie su declaración. Se trata de Manuel Díaz, un ex empleado del Servicio Público de la Defensa Penal que hace meses fue imputado por abusar de la adolescente en reiteradas ocasiones y desde hace años. El apartamiento de los policías y la intervención de la Alcaidía de Vera fueron confirmados ayer por el titular de Control de las Fuerzas de Seguridad, Ignacio Del Vecchio, quien se refirió al pedido de destitución de los agentes. El nuevo jefe de policía provincia, Rafael Grau ordenó que se abra una investigación sobre la dependencia. La Fiscalía imputará por coacción a familiares del imputado que llevaron a la chica, engañada, hasta el penal; y al personal policial, por incumplimiento de deberes. "Alguien liberó el camino para que la menor entre", dijo a este diario el fiscal Aldo Gerosa.

El miércoles pasado, la adolescente fue engañada por su hermana, su abuela y tía paternas y fue obligada a entrar a ver a su padre a la cárcel. Durante cinco minutos, el acusado la amenazó para que retire la denuncia y le dio indicaciones de qué debía declarar ante el juez, cuando llegue el juicio. Al parecer, le ordenó que diga que estuvo mintiendo contra su padre, y que acuse a su madre de "prostituirla los sábados".

Si bien la familia de Díaz será imputada por el hecho, la Fiscalía sostiene que para el hecho los familiares necesitaron del consentimiento del personal policial. "Está acreditado que se encontró afuera del penal con su abuela y su tía, alrededor de las 8 de la mañana del miércoles", dijo Gerosa. Ahora, queda determinar qué rol y responsabilidades tuvieron los policías que estaban de turno.

Díaz fue imputado por abuso, en dos oportunidades. Ante la primera detención, el hombre de 51 años fue liberado, porque el juez de Reconquista, Gustavo Gon, consideró que no había peligro. En su estadía libre, el hombre volvió a abusar de la adolescente, en un descampado y fue arrestado al día siguiente, en su casa. El hombre fue entonces imputado por segunda vez por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo y enviado a prisión preventiva sin plazo. Los abusos habrían comenzado cuando la chica tenía 5 años.

En junio, tras la segunda detención del acusado, la fiscalía adelantó que pedirá "la pena máxima" para el acusado, pero aún no se realizó la audiencia oral previa al juicio. Si bien la acusación tiene que ver con los abusos a los que sometía a una de sus dos hijas, Díaz también será juzgado por el delito de "desobediencia a una orden judicial", ya que tenía una orden de restricción de acercamiento con la menor.

En paralelo, ahora se inició una nueva causa en el marco de lo ocurrido esta semana. "La semana que viene imputaremos a los familiares del acusado y de la víctima, por coacción", adelantó el fiscal. Además, se investiga si existió privación ilegítima de la libertad.

Para Del Vecchio, quien ayer dio precisiones del hecho en programas radiales, la muchacha no pudo haber ingresado sin connivencia policial y por ende solicitó el traslado del acusado al penal de Las Flores, donde espera el juicio.

En LT8, relató que el jueves habló con el fiscal y el juez del caso, y al enterarse de la gravedad de lo que estaba sucediendo, pidieron el desplazamiento de la cúpula de la Alcaidía. "Ahora estamos a la espera de las pruebas que se están produciendo para pedir el pase a disponibilidad", dijo.