Agustín Rossi se convirtió ayer en el primer precandidato del PJ que dejó de hablar de la interna peronista y llorisquear en público por el despiste de Carlos Reutemann. Lanzó su campaña para 2007 con lo que sonó a utopía: "Hacer realidad lo que tanto decimos en los discursos, pero que nunca se concreta: la igualdad de oportunidades. La Argentina igualitaria debe dejar de ser una frase hecha", dijo el legislador. Y comenzó desgranar un puñado de promesas que prometió cumplir si llega a la Casa Gris: la doble escolaridad obligatoria, el boleto escolar, becas para alumnas embarazadas, subsidios a los viejos para que logren la jubilación anticipada y otras políticas activas, como crear un Ministerio de Seguridad, la Secretaría de Energía y una Corporación Financiera para el Desarrollo que subsidie a las Pymes, entre otras. "¡No queremos llegar al gobierno para hacer la plancha!", se entusiasmó Rossi en lo que pareció un toque para Jorge Obeid.

El plenario del Frente para la Victoria estaba previsto para las 19, pero se extendió con dos videos: una producción del Instituto de Políticas Públicas y un mensaje del ex presidente Juan Domingo Perón, que entre el tronar de bombos y redoblantes resultaron inaudibles. El estadio del club Gimnasia y Esgrima (4 de Enero y Juan de Garay) estaba casi completo de militantes. Aunque algunos de los partidarios de Rossi se quejaron por un valla que impedía avanzar sobre la pista y se convirtió en un obstáculo insalvable para los que se quedaron sin entrar. El marco del lanzamiento de Rossi lo aportó el PJ que movilizó su aparato político y gremial. Al lado de la bandera del Frente para la Victoria sobresalía otra con dos siglas gigantes: UPCN y UTA: los gremios que lideran Alberto Maguid y Jorge Kiener, socios desde hace mucho en la cúpula de la CGT santafesina. Estaba todo dicho.

"En la Argentina del presidente Kirchner algunas cosas que se planteaban como el 'no se puede' de las décadas del '80 y el '90 comienzan a cambiar", dijo Rossi en un discurso que abundó en menciones al presidente, pero omitió dos nombres: Reutemann y Obeid. Rossi asumió su rol de candidato con una clave política: "El próximo gobierno tiene que comenzar a hacer realidad eso que tanto decimos en los discursos pero que nunca se concreta: la igualdad de oportunidades. Una Argentina igualitaria, debe dejar de ser una frase hecha. Se pueden realizar cosas desde el primer día que estemos en el gobierno para empezar a cambiar la provincia", afirmó. Y comenzó a enumerar sus propuestas: la doble escolaridad obligatoria, el medio boleto escolar, las becas para evitar que las chicas embarazadas abandonen la secundaria. "Necesitamos darle a todos nuestros chicos y jóvenes las herramientas para que sean capaces de abordar las oportunidades que dar un rumbo económico que crece mes a mes y año a año", afirmó.

"No queremos llegar al gobierno para hacer la plancha o satisfacer alguna aspiración personal. Creemos que el nuevo gobierno tiene que hacer frente a cada una de las ideas que propusimos y aspiramos a que el resto de los precandidatos o candidatos empiecen a discutir propuestas, que no se escondan en consignas vacías de contenido o frases hechas", afirmó.

Sobre el final, Rossi pidió que pare el martilleo de los bombos. "La verdad, es que siento que a la provincia le falta un gobierno que realice profundas transformaciones. Todas las propuestas que acabo de esbozar acá, son perfectamente realizables, posibles de llevar a cabo en los primeros días y meses de gobierno. No me mueve una ambición personal. No me mueve el deseo de ser por ser mismo. No queremos llegar al gobierno para hacer la plancha. Queremos ayudar a construir una Santa Fe que merezca ser vivida. Los pobres, los excluidos, los que no tienen trabajo están en Rosario, en Santa Fe, en Vera, en Reconquista, en toda la provincia. Hacia ellos, hacia los que menos tienen va a estar destinada nuestra acción de gobierno. A eso los convoco, a construir una opción que construya sobre estos valores ¡Esta es la epopeya! ¡Esta es la épica!", concluyó.