El gobernador Miguel Lifschitz minimizó los dichos de los dirigentes radicales que confirmaron que la UCR integrará en 2017 lista dentro del frente Cambiemos y aseguró que "no hay ninguna definición en ese punto". Tras una semana difícil, plagada de declaraciones cruzadas entre las fuerzas mayoritarias del Frente Progresista, el mandatario provincial dijo que no se entretiene con "chismes" y recordó que "no es tiempo de discusiones internas". Por otro lado, reveló que no se enfrío la intención de reformar la Constitución y en los "próximos días" presentará un programa de trabajo, para posteriormente "lograr acuerdos entre los partidos y consenso en la Legislatura".

El flamante presidente del radicalismo santafesino, Julián Galdeano, y el intendente de Santa Fe y titular de la UCR a nivel nacional, José Corral, revelaron a principios de semana que el partido centenario irá a las elecciones legislativas del año próximo en alianza con el PRO. Dicha decisión hace crujir las paredes del Frente Progresista, por la cada vez más creciente tensión entre socialistas y radicales. Pero Lifschitz no perdió la calma y paró la pelota. Confió que "no va a llegar la sangre al río", aunque "siempre hay ruido", sobre todo de parte de "algunos que están muy interesados que eso ocurra", dijo sin revelar apellidos. Para el socialista, al que Rosario/12 entrevistó en la inauguración de una escuela en Roldán, no hay "ningún riesgo" de ruptura "en el corto y mediano plazo" dentro del Frente Progresista ¿En el largo? Se desconoce.

Lifschitz también se tomó el tiempo para cruzar al diputado, y pieza clave del macrismo en la provincia, Federico Angelini, quien había manifestado en declaraciones radiales que el gobierno que conduce el socialista es "el más opositor" al presidente Mauricio Macri "por sobre el de Alicia Kirchner (gobernadora de Santa Cruz)". "Lo que está haciendo Angelini es tratar de sembrar diferencias, agrandar las grietas o provocar rupturas, cada uno debe ocuparse de lo suyo, no es bueno que los dirigentes políticos nos metamos en la vida de los otros partidos", razonó el ex intendente de Rosario.

"No tiene ningún fundamento, nosotros tenemos posiciones políticas, en algunas se podrá estar de acuerdo y en otras no, pero nuestra vocación no es hacer una oposición destructiva, nunca ha sido esa la idea, al contrario, buscamos articular consensos, la gente del PRO es muy opositora en la provincia, son las reglas del juego de la democracia, nosotros no tenemos dos caras, tenemos posiciones claras en los temas", enfatizó Lifschitz.

Por otro lado, el gobernador reveló que "no se enfrió" el proyecto para reformar la Constitución de la provincia. "Estamos trabajando con eso, avanzando en un programa de trabajo que vamos a presentar en los próximos días y mientras tanto estamos manteniendo diálogo con distintos sectores políticos", admitió Lifschitz y adelantó que pronto se pondrán en marcha "una serie de reuniones, foros, convocatorias a la sociedad civil para avanzar con la discusión del contenido de la reforma".

Ante la consulta sobre si está de acuerdo con que se incluya en el proyecto la reelección al actual gobernador, eligió la mesura y evitó responder de manera precisa. Dijo que no habló particularmente "en ningún tema" y "simplemente" se planteará el "esquema general" y luego "serán los propios partidos políticos y la ciudadanía quienes tienen que darle contenido".