Desde Santa Fe

El párroco de Reconquista Néstor Monzón volvió a quedar preso por supuesto "abuso sexual agravado" a otro niño de 4 años, en un hecho que complica al obispo de Reconquista Angel José Macín -querellado por presunto "encubrimiento" al sacerdote-, a la abogada del Obispado Gabriela Contepomi -acusada por el mismo cargo- y al obispo de Posadas, Juan Martínez, a quien el Ministerio Público investiga por increpar a unos de los fiscales que interviene en el caso. Monzón ya estuvo detenido 60 días por el mismo supuesto delito a una niña de 3 años, que es prima del chiquito de 4, pero el juez Irineo Berzano lo dejó en libertad hace dos semanas y después se excusó. Ayer, su reemplazante, el juez Gonzalo Basualdo, presidió la audiencia en la que los fiscales ampliaron la imputación a Monzón -por la segunda víctima- y le dictó prisión preventiva por otros dos meses, que ya no cumplirá en la parroquia de Calchaquí como en la anterior, sino en una celda común, en la comisaría de Avellaneda. "Es una resolución muy positiva", dijo el fiscal regional Eladio García ante una consulta de Rosario/12. "Monzón volvió a prisión y eso nos permitirá profundizar las investigaciones".

El nuevo hecho que se le imputó a Monzón es presunto "abuso sexual gravemente ultrajante" y "doblemente agravado por su condición de sacerdote" y "por producir un grave daño en la salud de la víctima, que es un niño de 4 años", dijo el fiscal. "El chiquito es el primo de la nena de 3 y también se escuchará su relato en una Cámara Gessel. El equipo interdisciplinario que trabaja con el nene dirá si está en condiciones de testimoniar o no. Lo que sí tenemos es la denuncia del padre que dijo que su hijo le contó como sucedieron las cosas", explicó García.

"Estamos satisfechos con la decisión del juez. Ahora podemos seguir trabajando porque acá (en Reconquista) muchos confundieron la libertad condicional del sacerdote con la absolución. Por supuesto que Monzón es inocente hasta que no se lo condene. Pero eso llevaba a que mucha gente que podía sumar testimonios estaba temerosa y otra parte enardecida" al punto que "hay varias denuncias de las familias de las víctimas por amenazas, algunas graves", agregó.

Según el fiscal, hasta ayer Monzón no sólo andaba por la calle -con la sola restricción de no acercarse a menos de 200 metros de la casa de las víctimas- sino que hablaba por los medios. "Increíblemente, en un radio de Reconquista le preguntaron si consideraba que podía ser santo y él dijo que sí", relató. "Es como un llamado al fundamentalismo de uno y otro lado".

El juez Basualdo ordenó que Monzon cumpla los 60 días de prisión en la comisaría de Avellaneda, a diferencia del período anterior que lo pasó en una parroquia de Calchaquí. En su momento, el cura solicitó "estar preso en una Abadía (del Niño Dios, en Victoria, Entre Ríos), que no lo aceptó. Yo creo que lo rechazaron de muchos lugares", comentó el fiscal. "Ahora estará en una cárcel común".

En realidad hubo dos audiencias, una a las 10 de la mañana, en la que acusaron a Monzón por el segundo caso y otra a las 12, que se extendió casi dos horas, y en la que el juez Basualdo ordenó detenerlo. En la primera, el Ministerio Público "imputó los hechos, la calificación legal y las evidencias en su contra", dijo uno de los fiscales que intervino, Rubén Martínez. El cura negó los cargos, dijo que "todo era una mentira y una especie de confabulación contra él". En la audiencia imputativa participó el abogado de la querella, Andrés Ramseyer.

El fiscal Martínez consideró que hay "pruebas suficientes" para investigar a Monzón, "El Ministerio Público debe tener elementos de convicción suficientes sobre la existencia del hecho y la probable autoría y por supuesto que existen porque sino no lo hubiéramos hecho. La certeza se requiere únicamente para la sentencia, por ahora hay probabilidad de autoría, estamos en plena investigación y para investigar necesitamos la tranquilidad de no tener entorpecimiento probatorio", que es lo que había ocurrido.