Pablo Cejas es un policía de Santa Fe que se hizo conocido en la capital provincial cuando denunció a sus superiores por supuesta connivencia con el narcotráfico y los acusó de corrupción policial. A partir de allí, según él mismo contó, su vida fue "un infierno". Desesperado, el sábado a la tardecita tomó su pistola 9mm y se fue a la Costanera donde amenazaba con matarse. Finalmente, fue trasladado para recibir atención psiquiátrica. Su esposa, habló ayer con la prensa y explicó que "nada hacía presumir que Pablo iba a actuar de esa manera", dijo Nancy Scarfone.

La esposa del policía sí señaló que "en los últimos meses, los días de Pablo transcurrían bajo muchísima presión, debido a los conocidos desencuentros con sus jefes. Dormía mal o prácticamente no dormía", reveló. Y agregó que "el día de ayer (por el sábado) Pablo lo había comenzado de manera normal. Al mediodía, se fue al cine con su hijo. Hasta ahí estaba todo bien", comenzó recordando Nancy. "Después tuvo una pequeña discusión conmigo. No fue por nada importante, fue una discusión del momento y nada más. Pero no sé qué pasó después. Algo le estalló en la cabeza a Pablo", acotó. Y dijo a El Litoral que "son muchas cosas. Nosotros estamos en el programa protección de testigos por una denuncia que Pablo hizo. Vivimos con una custodia. Ellos vienen, nos hacen firmar una planilla. Después pasó el tema ese que nos dejaron dos balas", prosiguió. Y aseguró que "a Pablo, lo movían siempre de su trabajo. No tuvo un destino fijo. En los últimos meses, lo cambiaban a cada rato: él llegaba a las 8 a su trabajo y a las 9 ya tenía un pase. Lo movían de un lado a otro. Todas esas injusticias a Pablo lo fueron contaminando, lo fueron quebrando".