El ex jefe de la Agrupación Cuerpos de San Lorenzo, Adolfo Puyol, uno de los principales acusados en la investigación por la desaparición de Paula Perassi, volvió ayer a los Tribunales de Rosario a reclamar su libertad. Según dijo su defensa, "tiene los plazos vencidos" si se tiene en cuenta la imputación de encubrimiento. Al mismo tiempo, pidieron el apartamiento de la causa del juez sanlorencino Juan José Tutau, quien rechazó la excarcelación en primera instancia. Tanto la Fiscalía como los abogados querellantes por la familia Perassi, plantearon la peligrosidad procesal del imputado ante una eventual liberación. El camarista Carlos Carbone pasó a un cuarto intermedio para resolver los planteos.

Puyol está preso por segunda vez desde mayo pasado, cuando la Cámara Penal ordenó revocar la libertad otorgada por su par Adolfo Prunotto Laborde, en un fallo anulado por no tener fundamentos, hace un año. Es que en mayo de 2015, se ordenaron las detenciones de ocho acusados -cinco policías- sindicados en la desaparición de la sanlorencina que salió de su casa el 18 de septiembre de 2011, y nunca regresó. En aquella oportunidad, estuvo preso tres meses y luego nueve libre; hasta esta segunda detención. Frente a ello, su defensa consideró que es momento de que recupere la libertad, a pesar de que la fiscalía y la querella todavía no presentaron formal acusación sobre qué delito le endilgará antes del juicio, lo que permitirá deducir qué pena en expectativa tiene el imputado.

Puyol está preso en la cárcel de Piñero, al igual que Gabriel Strumia, amante de Paula, su esposa Roxana Michl, y la sindicada abortera de Timbúes, Mirtha Rusñisky, acusados de "aborto sin consentimiento, seguido de muerte". Es que la teoría del caso de los investigadores es que como Paula había quedado embarazada de su relación extramatrimonial, Strumia quería que abortara, pero ella se negaba.

En tanto, los policías Jorge Krenz, Gabriel Godoy, María José Galtelli y Aldo Gómez, están en prisión domiciliaria.

Uno de los fundamentos de Carbone, cuando ordenó las prisiones preventivas, fue el "escozor" que le causó cuando los querellantes Adrián Ruiz, José Ferrara y Rodrigo Mazzuchini expresaron que se detectó una llamada de Puyol al dueño de la funeraria Caramuto, el día de la desaparición de Paula, y teniendo en cuenta que al día de hoy su cuerpo no fue hallado. Sin embargo, ayer la defensa del policía intentó rebatir aquella teoría y aseguró que el teléfono al que llamó su cliente pertenece al Comando de San Lorenzo.

Al mismo tiempo, la defensa dijo que no participó del "engaño" del que fue víctima Alberto Perassi, padre de Paula y ex amigo de Strumia, cuando el imputado intentaba hacerle creer que Paula se había ido por sus propios medios y que estaba fuera de peligro. "Mi cliente es inocente; y si se lo mantiene preso, será un adelanto de condena", dijo el abogado Víctor Corvalán.