La fiscal Griselda Tessio -a cargo de una unidad especial de investigación de crímenes de lesa humanidad- recibió ayer la misma amenaza que el miércoles pasado le habían enviado al juez Reinaldo Rodríguez. La carta es exactamente igual, despachada con timbre simple desde la misma sucursal del Correo Argentino, en avenida Pueyrredón, en Capital Federal. Pero llegó a la Fiscalía Federal Nº 1 de Santa Fe una semana después. "Esa es una cuestión del correo", ironizó Tessio, quien hoy se reunirá con el procurador general de la Nación, Esteban Righi, junto con sus colegas de todo el país, para tratar la ola de amenazas a jueces y fiscales federales que investigan el terrorismo de estado.

Tessio se encontró con la carta ayer a la mañana, en su despacho. "La tiraron por debajo de la puerta el miércoles a la tarde. La repartió el correo", dijo. "Es la misma que recibieron los jueces y fiscales de todo el país con una serie de advertencias. Entre ellas, que el gobierno presiona a los fiscales, pero parece que están mal informados porque nosotros hace más de 20 años que trabajamos en esto", explicó Tessio, con otro toque irónico.

La amenaza es una carilla con un título rimbombante: "La verdadera justicia llegará". "Sabemos que usted, directa o indirectamente está recibiendo presiones del gobierno nacional para actuar en función de los intereses de quienes agredieron a la Nación y que hoy, desde los cargos de poder, no buscan justicia sino venganza contra quienes defendieron a la Nación de tal agresión, sean éstos civiles o integrantes de las Fuerzas Armadas, de seguridad o policiales. Le sugerimos vehentemente que no ceda ante esas presiones, si es que es una mujer de leyes y de principios y que todos sus actos se ajusten a derecho. Sepa que nuestro deber como ciudadanos es controlar que cumpla acabadamente con las funciones para las que fue designada y si no tiene las virtudes necesarias para ello, ¡renuncie! Porque el cargo le queda demasiado grande".

La semana pasada, Tessio había interpretado la ola de amenazas a jueces y fiscales como "un operativo nacional para crear conmoción social" que, a su criterio, comenzó hace cuatro meses, el 24 de mayo, con el acto en la plaza San Martín en Buenos Aires que reivindicó la dictadura. Siguió cinco días después, con "la insolencia y los desacatos" al presidente Néstor Kirchner, en la ceremonia del Día del Ejército. Y se articuló con el acto de ayer, nuevamente en la plaza San Martín.

"Son grupos minoritarios, pero con un alto poder de cohesión y una ideología mesiánica. Por lo tanto, hay que estar a estar atentos, no sólo los jueces y los fiscales, sino también el poder político de la Nación y de la provincia", dijo.

"Yo no digo que la democracia esté en peligro, pero no podemos caer en la ingenuidad y la simpleza de que la democracia se cuida sola. A la ciudadanía hay que recordarle que la democracia es el mejor de los sistemas porque la Argentina pasó épocas muy terribles de pérdida de la democracia porque los intelectuales, los magistrados, los juristas, los abogados, los políticos, no defendieron denodadamente las formas de vida democráticas", agregó.

"Acá hay una estrategia nacional. Lo advierto desde hace bastante tiempo porque los textos que presentan las defensas (de los represores) son casi iguales en Rosario, en Santa Fe, en Buenos Aires, en Tucumán. Entonces, me parece que hay una especie de estrategia concentrada. Se han convocado juristas que pertenecen al ala derecha del proceso penal, pero que son de primer nivel y mucha gente no tiene dinero para pagar esos profesionales, o sea que hay alguien detrás que los está pagando. Y esto puede ser preocupante. Yo creo que hay que estar atentos al huevo de la serpiente, como decía (Ingmar) Bergman", concluyó.

La carta que recibió la fiscal cierra con el párrafo más amenazante. "Esta farsa (de los juicios a los represores) tendrá su fin en cualquier momento y los que no hayan honrado su cargo de juez, fiscal o defensor, deberán rendir cuentas ante un tribunal particularmente imparcial. Usted sabrá cuál es su deber. ¡Con esto hemos cumplido con nuestro deber de advertirla. Volveremos a tomar contacto con usted!".