Los bochornosos sucesos de San Vicente siguen repercutiendo en la Casa Rosada y van más allá del episodio del traslado de los restos de Juan Domingo Perón. La reacción inmediata del Presidente ﷓por decirlo de algún modo, ya que demoró un día entero﷓ fue la de "ofrecerse" como víctima de los acontecimientos. Pasadas 48 horas, Néstor Kirchner recapituló y calificó de "irresponsables" a los organizadores, nada menos que Hugo Moyano, la CGT y la 62 Organizaciones. ¿Que pasó como para que de un día para el otro, el Jefe de Estado diera semejante vuelco en su interpretación de los hechos? ¿Será que los servicios de inteligencia le acercaron un dossier con detalles que incriminan a las patotas sindicales? ¿O tal vez Carlos Kunkel -que salió a culpar a Eduardo Duhalde antes de que Emilio Quiroz vaciara el cargador de su 9 milímetros- le habrá confesado que no tenía ningún elemento en serio para semejante denuncia? Los que conocen de cerca al Presidente sostienen que es "más obsesivo que cualquier otro dirigente en relación a los humores de la opinión pública". La misma mecánica que se aplicó para este conflicto se va a utilizar para las elecciones del año que viene, "no vamos a pagar costos innecesarios" adelantó un colaborador del Presidente en referencia al nivel de exposición de Kirchner en las provincias, antes de la elección nacional. Y eso también vale para Santa Fe.

"Kirchner gobierna con el oído en el pueblo y la vista en las encuestas" graficó un dirigente de primera línea del Frente para la Victoria, y es lógico, sobre todo si se tiene en cuenta que su poder se fue construyendo entorno a las acciones de gobierno y su rebote entre la ciudadanía. Para corroborar esto sólo basta con observar algunos números: la elección presidencial de 2003 otorgó poco más de 20 puntos al candidato, que a los dos años duplicó ampliamente esa marca en las elecciones parlamentarias. Al día de hoy cualquier encuesta ﷓incluidas la de las consultoras vinculadas a la oposición﷓ lo dan ganador en primera vuelta, en el caso de que se presente a la reelección.

Es por eso que Kirchner, aún siendo un prototípico "jefe peronista" no se conforma con eso solamente y sale a la caza de sectores independientes que se espantaron con las imágenes de San Vicente, y antes con las del Hospital Francés, donde también hubo violentos identificados con el oficialismo.

"Los peronistas, salvo algunos pocos, los tiene a todos, como los tuvo Duhalde y también Menem, haga lo que haga" dijo a este cronista un dirigente que presenció la batalla campal y que en cierta medida adscribe a la "hipótesis Cafiero" ("no murió nadie", sic) y encasilla dentro del "folclore peronista, unos palos, piñas y algún tiro al aire". Pero lo cierto es que el cambio de actitud del Presidente ﷓que parece haberle soltado la mano a Moyano y cia﷓ responde a un detallado informe de la reacción de la opinión pública frente al escándalo. Kirchner quiere "despegarse" de todo lo ocurrido y de las declaraciones posteriores que intentaron justificar y minimizar el espectáculo de violencia. Es probable que sus declaraciones del viernes en La Pampa no hayan sido las últimas sobre el tema, y habrá que estar atentos a los futuros movimientos desde la Casa Rosada.

Elecciones previas (subtitulo)

Un dato interesante se va a conocer este fin de semana ﷓el viernes para ser más precisos﷓ cuando el Presidente vaya o no ﷓y es ése el detalle﷓ a la provincia de Misiones para "apuntalar" al Gobernador Carlos Rovira, que quiere reformar la constitución provincial "para perpetuarse en el poder" lo acusan sus adversarios. El "costo" que está pagando el gobierno por esos comicios no parece que pueda sufragarse con el beneficio de un eventual triunfo de Rovira, y ni hablar si la lista encabezada por el cura Joaquín Piña le gana la elección. Misiones se transformo en un hecho nacional y aun ganando Rovira, puede significar para Kirchner un quebranto. Es por eso que más de uno de sus colaboradores cercanos le sugieren que se vaya al Calafate o inclusive que "le arman algo afuera" para tener una buena razón para no estar en la provincia mesopotámica.

Pero se sabe que el Presidente, por personalidad mas que por lealtad, suele hacer lo que le parece, y entre esas cosas esta intentar revertir situaciones adversas. Lo demostró el año pasado, cuando viajó a Santa Fe a respaldar a Agustín Rossi, que perdió por 10 puntos frente a Hermes Binner, tal como se lo adelantaban las encuestas que tenía sobre su escritorio antes de embarcarse para el cierre de campaña en Rosario.

La pregunta, ya entrados en Santa Fe, es si Kirchner esta dispuesto a repetir esa actitud.

Midiendo Santa Fe (subtitulo)

Los números que le llevan a su despacho son claramente desalentadores. Binner cosecha más del doble que la suma de los candidatos del Frente para la Victoria. Analogías, Hugo Haime ﷓﷓consultoras nacionales﷓﷓ Mautone, Robustelli y la UAI ﷓﷓locales﷓﷓ , coinciden no solo en la proyección del voto sino en un que detalle que complica el panorama del oficialismo con estos candidatos.

Salvo Omar Perotti ﷓﷓cuyo nivel de conocimiento entre el electorado es muy bajo ﷓﷓ con los otros dos lanzados sucede lo contrario: tanto Agustin Rossi como Rafael Bielsa superan el 90% de nivel de conocimiento y eso que es necesario para un candidato, en estos casos aparece como una limitación para el crecimiento. Si bien el jefe del bloque de Diputados se ubica por encima del ex﷓canciller en la mayoría de los sondeos, ninguno de los dos supera al día de hoy los 12 puntos de intención de voto contra los mas de 40 que exhibe el candidato socialista.

Esto ha llevado a los encuestadores ﷓﷓seguramente por pedido de la rosada, aunque nadie lo reconoce﷓﷓ a "medir" nuevamente a Carlos Reutemann. Mas allá de cualquier consideración, el Lole arranca con un piso de 30 puntos que ninguno de sus herederos "no forzosos" puede alcanzar. Pero igualmente su eventual presencia no orada las chances de Binner, que mantiene en esos sondeos el mismo nivel de intención y proyección de voto. No obstante en los pasillos de Balcarce 50, se especula con que "el peronismo no va a sacar menos que en la ultima elección" y esa hipótesis sólo se podrá comprobar el año que viene, porque en rigor, el PJ siempre sacó más y ganó los comicios para cargos ejecutivos.

En cualquier caso, y sea quien fuere el candidato, a los aspirantes les espera un intenso verano de campaña. Kirchner no va a resolver nada antes de que termine febrero, y lo único que podría alterar ese cronograma es que el Lole salga a pistas, cosa que no parece probable, al menos hasta entrado también el próximo año.

Hasta tanto habrá que seguir el desarrollo de los acontecimientos y analizar las actitudes de los dirigentes. Sin ir mas lejos, hace un par de días la Vicegobernadora María Eugenia reapareció en la escena política reconociendo que podría ser candidata a la Intendencia de Rosario. Los radicales bajaron un cambio en sus pretensiones de condicionar a Binner, y Miguel Lifschitz ﷓como para evitar que todo lo que haga sea considerado "campaña" expresó sus dudas acerca de un nuevo mandato frente a la Intendencia, cosa que hoy por hoy es el pronóstico de resultado electoral más firme.

Por lo tanto, podría decirse que se vivirá un verano caliente en Santa Fe, por más que a algún candidato le gustaría que las cosas se "solucionaran en Buenos Aires", donde el Presidente ﷓después de San Vicente﷓ no parece dispuesto a seguir cargando lastre.